Migrantes

Muertes de migrantes guatemaltecos en tránsito aumentaron 40% en 2019

Decesos representaron el 22% de los ocurridos el año pasado en México y en la frontera sur de EE. UU., si se comparan con las estadísticas de la OIM.

Un voluntario de Águilas del Desierto busca a migrantes ene l desierto de Arizona. (Foto: Águilas del Desierto)

Un voluntario de Águilas del Desierto busca a migrantes ene l desierto de Arizona. (Foto: Águilas del Desierto)

El 2019 fue un año trágico para los migrantes guatemaltecos, muchos de los cuales no solo perdieron la oportunidad de hacer realidad su sueño americano, sino también la vida, puesto que murieron, bien sea en México o en la frontera de este país con EE. UU.

De acuerdo con estadísticas del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minex), el año pasado fueron repatriados los cuerpos de 135 guatemaltecos que fallecieron mientras intentaban llegar a EE. UU.; además, recibió 70 solicitudes de desapariciones, en cinco de estas se localizó muerto al migrante.

La cifra es 40 por ciento superior a la del 2018 cuando en todo el año se registraron 92 fallecidos. El Minex hace la observación de que los datos son de migrantes que esa cartera trae a Guatemala mediante el fondo de repatriación, que costea el servicio funerario básico y transporte aéreo, así como terrestre.

La estadística no incluye a aquellos guatemaltecos que han fallecido y que sus propias familias u otra institución u organización los trae de vuelta al país.

Dentro de los casos más sonados de guatemaltecos que fallecieron el año pasado en su camino a EE. UU. se cuenta el de 23 personas, 10 hombres y 13 mujeres, que murieron al embarrancarse el camión en el que viajaban en una escabrosa carretera en las afueras de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México. En el percance otros 28, también connacionales, quedaron heridos.

A mediados de junio se conoció la muerte de Victoria Méndez Carreto, una migrante de 21 años originaria de San Juan Ostuncalco, Quetzaltenango, que sucumbió ante el calor del desierto de Arizona. El esposo logró sobrevivir y de hecho fue él quien pidió ayuda y alertó a las autoridades que su esposa había muerto.

Ese mismo mes, Micaela Catanic también murió en el desierto. Tenía 15 años. De igual forma, en julio, el migrante Jonathan Monterroso, 23, también corrió la misma suerte. Ambos eran de Quetzaltenango.

Números trágicos

 

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) reportó que el año pasado 617 personas fallecieron en México y en EE. UU. por diversas razones.

Rescatistas caminan en una vereda por el desierto de California-Arizona. (Foto: Águilas del Desierto)

 

Mientras en México (111) la mayoría de los migrantes murió al caerse del tren, en accidentes de tránsito o a causa de la violencia; en la frontera sur de EE. UU. (506) una gran cantidad de los fallecidos fueron localizados en el desierto —ya solo los restos esqueléticos—, muchos murieron ahogados en el Río Bravo, y también se reportaron decesos por hipotermia, deshidratación y percances automovilísticos.

Al hacer un cruce entre los datos que reporta el Minex y los de la OIM, da como resultado que uno de cada cinco de los migrantes que perdieron la vida mientras iban a EE. UU. era de Guatemala.

Numerosos riesgos

 

La organización humanitaria sin fines de lucro Águilas del Desierto confirma que durante 2019 hubo un repunte de alertas de personas en riesgo de morir mientras cruzaban el desierto.

Usualmente este grupo de voluntarios de California recibe llamadas de auxilio de migrantes que se han perdido en algún punto del desierto entre este estado y Arizona, para orientarlos o bien sea coordinar su rescate si así lo desean.

“No han bajado las llamadas de auxilio, de donde más aumentó fue de Texas, tal vez siete de cada 10 vienen de ahí, posiblemente porque es una ruta más corta, porque ya llegar a Nuevo México y Arizona les queda más lejos”, explicó Ely Ortiz, voluntario de Águilas del Desierto.

Ortiz considera que el aumento de las muertes de migrantes está relacionado con el hecho de que muchos de los solicitantes de asilo que se encuentran varados en las ciudades fronterizas mexicanas bajo el programa Quédate en México, se han desesperado, y ante la imposibilidad, tanto de ingresar de una forma regular a EE. UU. como de regresar a sus países porque viven en riesgo, optan por entrar sin autorización a la Unión Américana a través del temible desierto.

Hasta diciembre pasado, casi 60 mil migrantes, entre ellos 15 mil guatemaltecos esperaban resolución a sus peticiones de asilo.

En ese sentido, remarcó que los riesgos en el desierto son múltiples y que existe una “probabilidad muy alta” de que aquellos que se aventuren a cruzarlo no lo logren. Aproximadamente, agregó, el 40% de las personas muere al intentarlo.

Área del desierto de Arizona, límite entre México y EE. UU. (Foto: Águilas del Desierto)

 

“La mayoría no tiene ni idea de a lo que se va a enfrentar ni mucho menos sabe cómo prepararse, ni cuánta agua ni cuánta comida llevar ni cuánto tienen que caminar que son entre siete y 10 días por el desierto a altas temperaturas”, enfatizó el voluntario.

Informarán sobre peligros

 

Ortiz expuso que el próximo mes comenzarán una gira por distintos albergues de México, Guatemala y Honduras donde visitarán los albergues para advertir a los migrantes de los riesgos de cruzar el desierto.

Aunque asegura que la intención de Águilas del Desierto no es disuadir a los migrantes a que intenten ingresar a EE. UU., según Ortiz “es nuestro deber como grupo de ayuda humanitaria” hacerles saber de los peligros.

Enumeró, por ejemplo, que ahora los coyotes ya no se toman la molestia de acompañar a los migrantes en la travesía, sino que los engañan al decirles que los guiarán por teléfono, lo cual se transforma en una pesadilla cuando el aparato se queda sin carga y se ven en medio de la nada y sin nadie que conozca el camino.

“Entendemos que la necesidad es mucha, pero al menos que vayan preparados, que sepan cómo pedir ayuda a tiempo no cuando la gente ya esté agonizando, que prendan su ubicación en el teléfono y que cuiden la carga de la batería y que sepan cómo hacer una llamada de emergencia”, precisó Ortiz.

Empeoran condiciones

 

Para la OIM el incremento de las muertes es un “triste recordatorio de que la falta de opciones para una movilidad segura y legal lleva a las personas hacia caminos más invisibles y arriesgados, poniéndolas en grave peligro”

En verano las temperaturas pueden alcanzar los 41 grados centígrados en ciertas partes del desierto. (Foto: Águilas del Desierto)

 

“La pérdida de vidas humanas nunca debe naturalizarse ni debe tolerarse como un riesgo asumido de la migración irregular”, expuso el director del Centro de Análisis de Datos de la OIM, Frank Laczko, en una nota que difundió ese organismo internacional.

La analista y catedrática universitaria Marielena Valverde no descartó que el aumento de muertes pueda estar relacionado a que, ante el reforzamiento de los controles fronterizos por EE. UU. “las personas están intentando internarse por puntos más arriesgados”.

Destacó que, a pesar de los riesgos y muertes de migrantes que cada vez se difunden más en los medios de comunicación la migración continúa debido a “las condiciones precarias de los países de origen de los migrantes”.

“En vez de mejorar, a pesar de que se han aplicado planes, programas y cooperación para detener los flujos, esto no ha funcionado y todo continúa igual o peor para las comunidades más necesitadas y vulnerables”, explicó Valverde.

Muchos migrantes perecen en su intento por ingresar a EE. UU. (Foto: Águilas del Desierto)

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