Guatemala

Dos nuevos santos suben a los altares

San Juan XXIII y San Juan Pablo II se sumaron ayer al catálogo de los santos de la Iglesia Católica, después de una emotiva ceremonia de canonización en el Vaticano, a la cual acudió más de un millón de personas, entre fieles, reyes, mandatarios, funcionarios de gobierno y autoridades de la Iglesia Católica y otros credos.

La tecnología no faltó en la ceremonia,  varios sacerdotes la utilizaron para tomar fotografías.

La tecnología no faltó en la ceremonia, varios sacerdotes la utilizaron para tomar fotografías.

Es la primera canonización simultánea de dos pontífices en la historia de una iglesia que tiene en su haber 80 papas declarados santos y 11 beatos, de los 266 que la han dirigido.

A las 2.25 horas de Guatemala —10.25 horas en el Vaticano—, el papa Francisco ordenó inscribir la carta apostólica de Juan XXIII y Juan Pablo II.

Nuevos santos

El Papa dijo de los nuevos santos que “tuvieron el valor de mirar las llagas de Jesús”, al referirse al pasaje del encuentro de Jesús con Tomás, días después de la resurrección, y hacer alusión a la fe de ambos.

Expresó que los ahora santos “fueron sacerdotes, obispos y papas del siglo XX. Conocieron sus tragedias, pero no se abrumaron. En ellos, Dios fue más fuerte, fue más fuerte la fe en Jesucristo redentor del hombre y señor de la historia, en ellos fue más fuerte la misericordia de Dios que se manifiesta en estas cinco llagas, más fuerte la cercanía materna de María”.

“La esperanza y la alegría que se respiraban en la primera comunidad de los creyentes, en Jerusalén, es una comunidad en la que se vive la esencia del Evangelio, esto es el amor, la misericordia, con simplicidad y fraternidad”, aseguró.

El Pontífice afirmó: “Y esta es la imagen de la Iglesia que el Concilio Vaticano 2 tuvo ante sí”.

Explicó que tanto San Juan XXIII como San Juan Pablo II colaboraron para restaurar esa fisonomía original de la Iglesia.

El Papa calificó a Juan XXIII como “el Papa de la docilidad al Espíritu Santo”, y a Juan Pablo II, como “el Papa de la familia”.

“En la convocatoria del Concilio, San Juan XXIII demostró una delicada docilidad al Espíritu Santo, se dejó conducir y fue para la Iglesia un pastor, un guía guiado. Este fue su gran servicio a la Iglesia; fue el Papa de la docilidad al Espíritu”, dijo.

“En este servicio al Pueblo de Dios, San Juan Pablo II fue el Papa de la familia. Él mismo, una vez, dijo que así le habría gustado ser recordado”, indicó el papa Francisco, en otra parte de su homilía.

Floribeth Mora, la mujer costarricense que fue curada milagrosamente por la intercesión de Juan Pablo II, fue una de las primeras en llegar al Vaticano. Ella llevó la reliquia del ahora santo.

Como reliquias fueron exhibidas una gota de sangre de San Juan Pablo II y un pedazo de piel de San Juan XXIII entregados por sus cuatro sobrinos nietos y el alcalde de su pueblo natal, Sotto Il Monte, Italia.

A miles de kilómetros de allí, en la república de Costa Rica, la población presenciaba la canonización.

El sacerdote Sergio Valverde, amigo y párroco del barrio de la iglesia a donde Mora asiste, fue quien organizó la vigilia.

“Yo soy testigo. Esa mujer se estaba muriendo, ya no caminaba, ya no se movía. Los médicos le daban un mes de vida y ella con una estampita del Papa decía que no iba morir, que el Papa la iba a sanar, y así fue”, manifestó.

Los cuatro papas

A San Juan XXIII se le recuerda por haber convocado al Concilio Vaticano II, que modificó la liturgia de cada misa y la adaptó al idioma de cada país.

San Juan Pablo II, el Papa viajero, tuvo el proceso de canonización más rápido de la historia, nueve años después de su muerte.

Al comienzo y al final de la solemnidad, el papa Francisco saludó efusivo al papa emérito Benedicto XVI. Una ocasión histórica en la cual dos pontífices vivos honraron a dos fallecidos.

El coro de la Capilla Sixtina, la Orquesta Filarmónica de Cracovia y el coro de la Diócesis de Bérgamo acompañaron la ceremonia.

Mientras la canonización se celebraba en el Vaticano, en la ciudad natal de San Juan Pablo II, Wadowice, Cracovia, en donde mil 300 escuelas se llaman Juan Pablo II e incontables calles llevan su nombre, sus habitantes colmaron la plaza del lugar para observar la ceremonia en pantallas gigantes.

Saludo a políticos

Al ceremonial asistieron un millar de obispos, unos 150 cardenales y 870 sacerdotes.

Luego el papa Francisco saludó a los integrantes de las 122 delegaciones que asistieron a la canonización, a los 24 jefes de Estado y una decena de jefes de gobierno.

Vestida de negro riguroso y con una madrileña que cubría su cabeza, la vicepresidenta Roxana Baldetti asistió en representación de Guatemala. En un comunicado se informó que la funcionaria entregó una invitación al papa Francisco para que visite el país.

Al final de la ceremonia, como es usual, el Sumo Pontífice recorrió los alrededores de la Plaza de San Pedro. Se perdió entre la multitud, que celebró con un caluroso aplauso la proclamación de los dos nuevos santos. La celebración continuó en Guatemala.

Algunos detalles

En la ceremonia de canonización participaron miles de personas que llegaron de todo el mundo.

500 mil fieles se concentraron en la Plaza de San Pedro, algunos pernoctaron para ocupar los mejores lugares.

En 300 mil se calcula el número de personas que observaron  la ceremonia en las pantallas gigantes colocadas en varios puntos de la ciudad.

Hubo dos lecturas del Evangelio, una en polaco  y otra en italiano; los salmos, en italiano.

Las peticiones universales se realizaron en español, árabe, inglés, chino y francés.

800 MIL peregrinos asistieron  a la canonización.

2,259 PERIODISTAS  cubrieron el rito en la Plaza de San Pedro.

ESCRITO POR: