Política

Ambientalistas piden que en 2023 se olvide la idea de superministerio de ambiente

Dos especialistas en temas ambientales analizan la situación del ambiente y los recursos naturales de Guatemala y las perspectivas que tienen para el 2023, año electoral.

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La contaminación del río Motagua deberá su tema urgente a atender para las autoridades ambientales de Guatemala por la demanda internacional que plantea Honduras por la contaminación de sus playas. (Foto Prensa Libre: Juan Diego González / Hemeroteca PL).

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La contaminación del río Motagua deberá su tema urgente a atender para las autoridades ambientales de Guatemala por la demanda internacional que plantea Honduras por la contaminación de sus playas. (Foto Prensa Libre: Juan Diego González / Hemeroteca PL). Juan Diego Gonz‡lez. 250322

El 18 de octubre el Gobierno confirmó que el titular del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales (Marn), Mario Rojas Espino, había renunciado al puesto. Su lugar lo ocupa ahora Gerson Elías Barrios Garrido.

Rojas Espino, promotor de la iniciativa 6054, “ley que sitúa bajo la coordinación del Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales las instituciones de competencia ambiental”, buscaba que esa institución se convirtiera en un superministerio.

El diputado Aníbal Rojas, hermano del exministro, respaldaba la propuesta de ley que halló muchos detractores en el camino, incluido el sector empresarial y organizaciones ambientalistas.

Rojas Espino fue el segundo ministro del gobierno de Alejandro Giammattei que renunció. Antes lo hizo Raúl Romero del Ministerio de Desarrollo  Social (Mides), quien dijo que optará a un cargo de elección popular en los comicios de 2023 por el partido Vamos. Se espera que Rojas haga lo mismo.

Pero, en medio de esa turbulencia que generó la creación del superministerio, dos ambientalistas coinciden en que se debe abandonar la idea de crear esa entidad, que afectaría la institucionalidad de otros organismos de Estados.

“Me da la impresión que ya no lo van a intentar, pero de todas formas deben olvidarse de la loca idea del superministerio, que sólo creará desorden”, expuso el ambientalista y exministro de Ambiente, Sidney Samuels.

Crear una entidad de esa naturaleza, agregó, solo causará desorden en la rectoría y control del tema ambiental y de los recursos naturales. “Han valido la pena las manifestaciones de desacuerdo”, afirmó.

Para el científico Marvin Alfonso Romero, el superministerio de ambiente no se impulsará en el 2023 por el revuelo que despertó en la sociedad.

“El evidente rechazo manifestado por muchos sectores, como el académico, el ambientalista, el productivo, el de las asociaciones civiles, la cooperación internacional, varias entidades de gobierno, y los pueblos indígenas, sería muy arriesgado para el actual gobierno insistir en el tema, considerando que le puede pasar una factura política que no están dispuestos a pagar”, expresó.

“Que el 2023 sea un año electoral hará que temas polémicos como este se dejen paralizados de manera estratégica. No creo que se vaya a desechar, ya que hay sectores e intereses muy fuertes detrás de la iniciativa, pero al menos un par de años no será considerado. Mi apreciación se fundamenta en el hecho de que desde el año 2010 existe un interés bastante marcado por pasar bajo la administración del Marn a las autoridades de los lagos”, precisó Romero.

Las perspectivas 2023

Romero indicó que el Marn es la institución del Organismo Ejecutivo que menor asignación presupuestaria recibe lo cual evidencia la importancia que el gobierno le otorga a la gestión y protección del ambiente y los recursos naturales. “Está más que claro que dentro de la política actual del Estado el ambiente no es prioritario”, opinó.

El año pasado, recuerda, le asignaron Q260 millones; sin embargo, mucho de ese presupuesto fue para el trámite de licencias y resoluciones ambientales.

“Es un ministerio más dedicado a la tramitología que a la gestión, manejo, protección y resguardo del ambiente y los recursos naturales de manera técnica y científica”, expuso.

Romero señaló que temas relevantes y prioritarios, como la gestión de los desechos sólidos, la protección y conservación de los recursos hídricos, solo tienen una asignación menor al 7 por ciento.

“Esto es verdaderamente terrible en consideración de que un ambiente, y una base de recursos naturales sana y protegida, es la garantía del progreso y desarrollo de la nación y por ende de la calidad de vida y bienestar de las grandes mayorías”, expresa Romero.

Samuels expuso que para el próximo año el Marn debería contratar personal idóneo, profesionales y técnicos, mediante un proceso meritocrático.

“Deben dar seguimiento y, si es necesario, mejorar la propuesta de la iniciativa 5161, ley de agua, pero promover su aprobación de una vez por todas”, indica.

Para Samuels uno de los problemas que deben atender con urgencia es la contaminación del río Motagua, además de presionar a las municipalidades “pudientes” en la implementación de las plantas de tratamiento de aguas servidas.

“También es necesario mejorar y fortalecer aspectos técnicos como exigir que los diseños de las plantas sea realizado por un profesional con maestría de ingeniero sanitario. Pero ya no otorgar más prórrogas”, aseveró.

El río Motagua

Respecto al río Motagua, el extitular del Marn recordó que en su gestión se tenía el diseño de un sistema de retención de flotes de envergadura y no biobardas, que resolvería el problema sobre ese afluente por un presupuesto de unos Q8 millones.

“Este proyecto se tiró a la basura para construir y mantener hasta la actualidad la mal llamada biobarda industrial, que si es industrial no puede ser bio, de mucho menor envergadura por casi Q19 millones. barda que se necesita estar reparando cada vez que en invierno se revienta”, argumentó.

Según Samuels la administración de los últimos dos años tuvo la oportunidad y opción de colocar mallas suizas, que una empresa holandesa les ofreció, pero inexplicablemente rechazaron la idea y ésta firma se fue a trabajar con el gobierno de Honduras.

En el tema del Motagua, Romero señala que las prioridades del Marn para el 2023 no cambiarán en nada, seguirá haciendo lo mismo bajo los mismos patrones, modelos y políticas institucionales.

“Bajo ese escenario no se avizora en el corto plazo una mejora sustancial en la protección y resguardo de los recursos naturales más importantes como el agua, el suelo y los ecosistemas”, citó.

Añadió que, “aunque se ha hablado últimamente de proyectos como el de saneamiento del río Motagua, que implica la gestión de desechos sólidos y el tratamiento de aguas residuales, con las capacidades instaladas actuales y la estructura organizacional actual del Marn, esa tarea será difícil, y más si se toma en cuenta que para que ese tipo de proyectos tengan resultados positivos, se deberá involucrar a las municipalidades, lo cual será tremendamente complicado porque para la mayoría de comunas, en la misma línea del gobierno central, el ambiente no es ninguna prioridad”.

Samuels se muestra preocupado porque Honduras prepara una demanda internacional contra Guatemala por el mencionado problema de contaminación del Motagua y no se ve por ningún lado preocupación por este tema.

¿Qué cosas buenas hicieron?

El exministro recuerda haber “aplaudido a la administración de los últimos dos años por la elaboración del nuevo reglamento de desechos sólidos, Acuerdo 164-2021. El que, desde luego, no basta; es necesario orientar y educar a la población a separar, como mínimo, los desechos orgánicos y faltaría darle el seguimiento necesario para su aplicación adecuada”.

“Otra”, dijo, fue “la creación de la plataforma informática que simplifica al usuario la accesibilidad, realizar descargas y trámites administrativos desde en línea”

Romero expuso que para los siguientes años, las prioridades del Marn deben enfocarse en garantizar una base de recursos naturales sana.

“La gestión integrada de los desechos sólidos debe ser una prioridad, debe obligarse a las municipalidades a cumplir con sus responsabilidades legales respecto de este tema, pero también debe dárseles acompañamiento y asesoría técnica para mejorar los sistemas tanto de recolección de desechos y residuos como de disposición”, explicó Romero.

Además, agregó, es importante “la gestión de los recursos hídricos. Debe ser una de las más grandes prioridades institucionales, el agua es la base del desarrollo social y económico del país, y es la base del buen estado de los ecosistemas y los servicios naturales que ellos prestan; lo cual implica el resguardo de las zonas de recarga hídrica, la gestión de las cuencas hidrográficas, el ordenamiento del territorio, la recuperación y la restauración ambiental y de ecosistemas, el monitoreo permanente de la calidad del agua y los caudales”.

“Dentro de este punto, el tratamiento de aguas residuales es esencial y fundamental, debe garantizarse que los sujetos obligados, como las municipalidades, cumplan con sus responsabilidades legales, por el bien del país y la calidad de vida de la población, ya no deben permitirse más ampliaciones a los plazos de cumplimiento establecidos en el reglamento 236-2006; respecto a este tema en particular es importante indicar que el Marn ha sido tremendamente permisivo y considerado con las comunas, seguramente por interese políticos, pero se ha colocado ante la sociedad como una cartera de gobierno tremendamente irresponsable, sometida a intereses particulares”.

Esta situación, según el analista, en el 2023 no cambiará si se toman en cuenta que por ser un año electoral el gobierno de turno tomará la posición de no incomodar a sus aliados con tal de obtener los apoyos políticos que necesita para conseguir sus fines”.