Desde temprana hora, cientos de devotos asistieron a la alborada que inició a las 5 horas y luego se ofició la misa en la catedral altense, donde la fe y devoción de los asistentes dio realce a la actividad.
El párroco Mario Tobar manifestó que hay motivos para festejar a la madre de Dios. “Hoy hay que celebrar a lo grande, porque es en honor de la Virgen del Rosario y recordemos que por medio de ella nos acercamos a su hijo”, dijo el religioso.
Julia Sum, vecina de Quetzaltenango, detalló que cada año asiste al festejo, ya que le debe a la Virgen la sanidad de su hermano, quien padecía un tumor.
“Le tenemos fe, ella ha sido muy buena con mi familia, y lo poco que podemos dar es nuestro agradecimiento por lo que ha hecho”, expresó Sum.
Visitantes
Arturo Castillo, residente en Huehuetenango, llegó con su familia que la integran 16 personas, y señaló que es la quinta ocasión que asiste a celebración, debido a la devoción que tiene hacia la Virgen del Rosario.
“Nos tomamos el tiempo en familia para venir a Xelajú, la tierra donde San Juan Pablo II coronó a la Virgen. No nos importa la distancia, lo importante es ser partícipe de esta devoción del pueblo católico”, afirmó.
Al finalizar la misa, decenas de devotos degustaron comida y dulces típicos en las ventas que se ubican en las afueras de la catedral. En la mañana, una procesión con la réplica de la Virgen del Rosario recorrió calles y avenidas de Xela y durante el día se efectuarán varias actividades en honor de la Virgen.