Se intensifica muerte de abejas

Unos 20 mil apicultores    del suroccidente del país denunciaron que desde el año pasado se ha  incrementado  la mortandad de abejas, lo que ha causado la  pérdida    de casi el 75 por ciento de  apiarios.

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Apicultores de Coatepeque, Quetzaltenango, denuncian mortandad de abejas por cambio climático. (Foto Prensa Libre: Édgar Girón)
Apicultores de Coatepeque, Quetzaltenango, denuncian mortandad de abejas por cambio climático. (Foto Prensa Libre: Édgar Girón)

Mario de León, productor de miel, dijo que   la intensa mortandad de abejas, la cual   ha causado la reducción de apiarios
y la extinción de colmenas, se debe al cambio climático.

“La poca floración en el campo ha causado que las abejas no tengan alimento. En años anteriores,   una colmena producía hasta  80 libras de miel;  ahora  no llega   ni   a  20 libras”, comentó De León.

Añadió que a esa situación  se suma el bajo precio de la miel en el mercado. El año pasado, en el mercado nacional, se vendió a Q1 mil 25  el quintal,  y ahora está a Q675.

Bartolo Tevalán, otro productor, manifestó su preocupación y dijo que son  unos 20 mil los afectados en Retalhuleu y la zona costera de Quetzaltenango  por la   extinción   de colmenas, a causa de la mortandad de abejas.

Apoyo

“Es   lamentable recoger grandes cantidades de abejas muertas fuera de las colmenas, pues   muchos dependemos   de la producción de miel para llevar el sustento diario a nuestras familias”, dijo Tevalán.

“Pedimos a las autoridades  que nos apoyen y   envíen a técnicos para que investiguen las  causas de la mortandad   y   nos asesoren sobre el cuidado de las colmenas y la comercialización”,   añadió.

El agrónomo Édgar Girón, experto en apicultura, indicó que se promueven   capacitaciones dirigidas a  apicultores, en las cuales se les enseñan  técnicas para el cuidado de las colmenas, así como en la producción de jalea real.

“Para  julio de este año se tiene programado    un taller con apicultores del país,  sobre la producción de plantas propias para la floración y de esta manera contar con el alimento adecuado y suficiente —néctar— para las abejas”, agregó Girón.