El mensaje va acompañado de dos fotografías, una que muestra uniformes incautados y otra con los reos en el patio de la prisión mientras se desarrolla la requisa.

Las autoridades indicaron que en el operativo participaron 135 agentes de la (PNC) y personal del Ministerio Público (MP) quienes trabajaron durante dos horas en busca de ilícitos.

El fiscal del Ministerio Público, Marvin López, indicó que en la revisión se constató que uno de los uniformes tiene un chip de identificación, y será a través de este dispositivo que se harán las averiguaciones para determinar a quién le pertenece el uniforme.

“Había riesgo de una fuga y al hacer el conteo de los reos se verificó que hay siete de ellos que son de alta peligrosidad y las investigaciones preliminares detallan que podría tratarse de una fuga, además iniciamos una investigación del personal que tiene a cargo presidios” expresó López.
 
Byron Revolorio, jefe de la comisaria 34, explicó que se le dio cumplimiento a la requisa y se coordinó con la inspectoría general para que investiguen a quien se asignó el uniforme y cómo llegó al interior de la cárcel.
 
El jefe policial dijo que en cuanto a una bolsa con tierra y objetos punzantes que se localizaron, se buscó superficialmente si los reos estaban haciendo una excavación, pero no se encontraron indicios, aunque se enviará una comisión especial para que verifique la estructura del centro carcelario” expresó Revolorio.
 
Agregó que 31 agentes están a cargo de la cárcel de Retalhuleu y se efectúan las investigaciones correspondientes.

El año pasado un reo fue sorprendido cuando, en compañía de un oficial de la PNC, hacía compras en un comercio de la cabecera de Retalhuleu.La acción incluso fue grabada en video y ampliamente difundida en las redes sociales. 

 Antecedentes

La cárcel requisada se ubica en el centro de la ciudad, razón por la que vecinos han solicitado en reiteradas oportunidades que sea trasladada, debido a que han ocurrido enfrentamientos entre reos.

Otro de los problemas es que la estructura se encuentran en mal estado, debido a que las instalaciones ya tienen varias décadas y no han recibido mantenimiento de parte de las autoridades, lo que representa un riesgo latente para pobladores.

Las propias autoridades han reconocido en anteriores oportunidades el riesgo ya que no hay espacio suficiente para albergar a muchos reclusos, aglunos de los cuales ya purgan condena. 

En junio del año pasado, el ministro de Gobernación, Francisco Manuel Rivas, precisó que las mayores debilidades del Sistema Penitenciario son en infraestructura. 

“Es un problema histórico. Prácticamente es un tema olvidado por las administraciones de gobierno que han pasado. Eso nos refleja diferentes problemas como el hacinamiento, la falta de infraestructura, la falta de respeto a los derechos fundamentales de los privados de libertad, la falta de proyectos que reinserten, reeduquen y rehabiliten al delincuente y, por supuesto, la actividad criminal que de ahí se gesta para la sociedad guatemalteca”, expuso Rivas, en esa oportunidad.

Rivas indicó: “Nuestros edificios datan de más de 15 años, fueron construidos para recluir a seis mil privados y ahorita tenemos más de 20 mil 500. Las acciones que tomamos incluyen obtener bienes inmuebles que nos sirvan para generar esa infraestructura”.
 
Afirmó que este año “vamos a inaugurar dos centros de privación de libertad para  mujeres que tienen hijos viviendo con ellas, de 0 a 4 años, porque las condiciones son  inhumanas”.