El primer lugar que se controló fue Tuichán, donde se ubica el terraplén que habría ocasionado la reactivación de los enfrentamientos, el pasado 1 de marzo.
Mario Hugo Miranda, gobernador departamental, confirmó que el lugar estaba desolado. “No encontramos a ninguna persona en el lugar. El búnker estaba vacío y los comercios cerrados. Hemos dejado un contingente de seguridad para que resguarde el área”, explicó.
Agregó que después se dirigieron al crucero de Tajumulco, donde tampoco localizaron a grupos de personas. También fue colocado un contingente para evitar que resurjan los enfrentamientos.
Durante el operativo se localizaron casquillos de armas M 16, AK 47 y MRS 15, de uso exclusivo del Ejército, que serán utilizadas para la correspondiente investigación.
Con el cese a los enfrentamientos las autoridades confirmaron que queda expedito el paso hacia los municipios de Sibinal, Tacaná y San José Ojetenam, tramos que fueron bloqueados desde hace una semana.
Las autoridades por el momento solo reportan, como resultado de los enfrentamientos de siete días, un muerto y tres heridos.
Ahora solo hace falta convocar a líderes comunitarios de los dos municipios para que se retome la mesa de diálogo y continuar con el proceso de resolución del conflicto que en agosto próximo cumple 84 años.
La disputa territorial se originó en 1933, con la creación del municipio Ixchiguán. Desde entonces se registran usurpaciones de tierra y de nacimientos de agua.
En las últimas semanas se han incrementado las tensiones en el área, por lo que los alcaldes de ambas localidades se reunieron el pasado martes con el vicepresidente Jafeth Cabera y el comisionado presidencial de diálogo, Rocael Cardona, en busca de una solución definitiva para el conflicto.
Debido al conflicto, estudiantes de unas 20 escuelas no recibían clases y aunque se intentó que los líderes comunitarios dialogaran, las tensiones se incrementaban cada vez más, había dicho el gobernador.