Guatemala

Consternación por muerte de voluntaria suiza

Consternación causó el asesinato de la voluntaria suiza nacionalizada guatemalteca, Erika Jenni, quien durante ocho años trabajó en la fundación Escuela Hogar Nuestros Pequeños Hermanos (NPH), en San Andrés Itzapa, Chimaltenango, y cuyo cuerpo fue localizado el domingo en la playa de Monterrico, en Taxisco, Santa Rosa.

Éricka Verena Jenny de Berti, de origen suizo asesinada en Santa Rosa

Éricka Verena Jenny de Berti, de origen suizo asesinada en Santa Rosa

Ericka Venna Jenni, de 57 años, fue muerta la noche del sábado con arma blanca y presentaba múltiples heridas cortantes en distintas partes del cuerpo, según el reporte de los socorristas.

Christop Hoyt, Director de Nuestros Pequeños Hermanos, institución de ayuda social a niños de escasos recursos, comunicó, a través de su Facebook, su consternación por la muerte de su coordinadora de voluntarios.

Pesar en hogar

“Estimada familia de NPH, con tristeza les informo que ha fallecido nuestra Hermana, Erika Jenni, quien sirvió a los niños de NPH Guatemala por ocho años como Coordinadora de Voluntarios. Erika fue asaltada y asesinada anoche en una playa en Guatemala. La policía cree que ladrones la asaltaron y mataron”, comenta Hoyt.

“Poseía una fuerte motivación que le permitía encontrar y apoyar los voluntarios más capaces para el bienestar de nuestros pequeños. Su largo servicio a favor de nuestra familia le concedía una perspectiva única que la dejó laborar efectivamente y con un record de servicio de los más largos entre Coordinadores de Voluntarios en la historia de NPH”, agrega Hoyt con pesar.

“Nuestra familia está afectada por la pérdida de Erika en nuestras vidas. Sentimos profundamente por Sandro, quien llego junto con Erika desde Suiza hace casi una década para dar su voluntariado en NPH Guatemala. Se nos hace difícil imaginarnos un NPH Guatemala sin el apoyo constante de Erika para el programa de voluntarios” agrega.

La carta agrega: “Hoy un pequeño me dijo que siempre recordará la forma en que Erika le hablaba. Yo siempre recordaré como apoyaba a nuestros voluntarios día y noche. Siempre llevaremos el espíritu de Erika Jenni en nuestros corazones y le pedimos por sus oraciones”, concluye Hoyt.

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