Guatemala

Niños estudian cerca de cantinas en Cuilapa

Padres de familia se muestran preocupados porque la escuela a la que asisten sus hijos se encuentra en una “zona roja” de la zona 1 de Cuilapa, Santa Rosa, donde funcionan ventas de licor y prostíbulos, lo cual constituye un peligro para los menores.

La Escuela Oficial de Párvulos Las Delicias, en Cuilapa, Santa Rosa, se ubica en una calle en la que funcionan varias ventas de licor y prostíbulos, lo que preocupa a los padres de familia. (Foto Prensa Libre: Oswaldo Cardona)

La Escuela Oficial de Párvulos Las Delicias, en Cuilapa, Santa Rosa, se ubica en una calle en la que funcionan varias ventas de licor y prostíbulos, lo que preocupa a los padres de familia. (Foto Prensa Libre: Oswaldo Cardona)

Marta Monterroso, madre de familia, dijo que la Escuela Oficial de Párvulos Las Delicias funciona en una casa particular y atiende a 55 niños de entre 5 y 6 años.

Agregó que pagan Q1 mil 500 mensuales de alquiler y no pueden trasladar la escuela porque no encuentran otro inmueble.

“Hemos encargado a los padres de familia y maestros que colaboren para encontrar una vivienda alejada de la zona roja, pues además de las trabajadoras del sexo es común que ebrios toquen a la puerta de la escuelita para preguntar si hay mujeres o si se vende licor”, explicó Monterroso.

Irma Montenegro, ama de casa, señaló que los niños peligran y que otro de los problemas es la música en exceso de volumen, pues la música en ocasiones no permite que los pequeños se concentren en clase.

“Cuando impartimos clases, la música de esos negocios y los gritos de los hombres, especialmente cuando es quincena o fin de mes, no nos deja trabajar. A veces los niños, en su inocencia, bailan cuando escuchan la música, sin saber cuál es la situación en la que se encuentran”, refirió la maestra Marcia Herrarte.

Cinco años

Sucely Bailón, directora del plantel, señaló que cuentan con tres maestras y que la escuela tiene 11 años de haber sido fundada y cinco de funcionar en ese inmueble.

Agregó que además de la cercanía a los bares y cantinas, la casa no es apropiada, pues los cuartos son demasiado angostos y los niños padecen calor, por el encierro.

De acuerdo con las maestras, en ese sector funcionan siete bares a ambos costados del establecimiento educativo.

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