¿Un novato en la inversión por dónde podría empezar?
Hay una cosa muy importante y probablemente podría ser la más importante que yo podría decir en Guatemala, en Madrid o en Pernambuco, hay que invertir en activos reales, en activos que se puedan tocar como mesas, sillas, casas, acciones y no en papeles.
En Latinoamérica, esto se comprende muy bien porque los argentinos y los venezolanos han sufrido con invertir en bonos soberanos. Ya se vio muy claro que el Estado no paga los bonos cuando entra en crisis.
¿Qué pasa si el inversionista percibe que la bolsa es complicada?
Si se percibe que esto es muy complicado, se debe empezar en el sector inmobiliario.
En principio todos conocen al menos cuanto cuesta su casa ya que su primer activo.
Ya lo decía el inversionista Peter Lynch: Primero compras una casa y luego invierte en ella.
Por supuesto, habrá quien prefiera invertir en la bolsa, pero también hay que tener en cuenta que uno debe dormir tranquilo y si ahorras, te compras otra casita y sigues creciendo.
¿Como tomar confianza para invertir en bolsa?
Lo primero es ver ejemplos de gente que lo ha hecho bien. Si se quiere para ahorrar conviene encontrar gente (corredores) en la que se confíe.
En caso contrario, se puede comprar un índice bursátil estadounidense (corresponde a un registro estadístico que muestra las rentabilidades promedio de las acciones de las empresa que participan en la bolsa), que en los últimos 200 años ha subido un promedio de 7% anual, y emplearlo para comprar con mayor seguridad.
¿Con cuanto dinero se puede empezar?
La cantidad es irrelevante. Da igual que se haga con US$100 o con US$100 mil. Lo importante es que se vaya conociendo el proceso de inversión y sufriéndolo en carne propia para tomar experiencia.
La primera compra que hice fue en el año 1990 cuando llevaba seis meses trabajando y compré 100 acciones del Banco Santander con un valor aproximado de €500.
¿Importa la edad?
Yo empecé a los 27, Warren Buffet vendía cosas en el colegio a los 11, mientras que hay otros inversionistas que empezaron a los 40.
Un aspecto importante de resaltar es que hacer una inversión bien hecha está ahora mismo al alcance de absolutamente todas las personas.
Prácticamente cualquier individuo es capaz de hacerlo con las facilidades que ofrece internet.
No se debe olvidar que hay que invertir en activos que se puedan tocar, que sean reales.
¿Cómo llegó al mundo de las inversiones?
Llegué al mundo de las inversiones por accidente. Yo pensé que el mundo de la bolsa era de especuladores. De hecho, hice mi MBDA en Barcelona y me puse a trabajar en otra cosa.
Pero sucedió que en la empresa en que trabajaba no hubo lugar para hacer lo que yo quería y me tuve que enfocar en otras cosas, entre ellas, estudiar la bolsa y así fue como llegue.
Al final me gusto porque la bolsa tiene algo que es muy interesante. Es muy variada. Tiene todo tipo de negocios, gente interesante, empresas que nacen, otras que mueren, es muy dinámica y nunca te aburres.
¿Algún consejo para que las familias puedan proteger su patrimonio?
Si a nivel local no está tan desarrollado el mercado bursátil, podría tener sentido invertir en un fondo estadounidense o en uno europeo.
Eso es muy sencillo para cualquier familia porque fondos de este tipo como los nuestros son accesibles para un ahorro no muy grande.
Es importante que sea un fondo que replique a los índices estadounidenses u europeos.
Invertir en renta fija no lo aconsejo. La deuda de este tipo es una promesa de pago y si la moneda deja de tener valor, la promesa de pago se la lleva el viento. La renta fija deja de serlo hasta que no te pagan.
¿Cuál podría ser el perfil ideal para un inversionista?
Estamos marcados por dos tendencias: emocionales y racionales.
Las personas que invierten bien suelen tener controlado lo racional y lo que hay que provocar son los mecanismos para desarrollar más esa tendencia.
El inversionista tiene que conocerse más y que su personalidad le ayude a invertir para que no sea al revés y que le obstaculice en su trabajo.
