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Las mujeres pioneras de las primeras transmisiones de TV de la BBC hace 80 años

La BBC inauguró las primeras transmisiones regulares de televisión del mundo en señal de alta definición el 2 de noviembre de 1936.

La primera transmisión de televisión, el 2 de noviembre de 1936, incluyó la canción "Here´s looking at you" ("Aquí estoy mirándote")

La primera transmisión de televisión, el 2 de noviembre de 1936, incluyó la canción "Here´s looking at you" ("Aquí estoy mirándote")

Fue la culminación de un gran esfuerzo de varios años de experimentación que combinaba dos sistemas rivales de transmisión: uno mecánico, del inventor escocés John Logie Beard, y el electrónico de Marconi-EMI.

Las imágenes de antaño podrán parecer anticuadas y poco sofisticadas pero el medio era progresista pues en esa época pionera las mujeres eran una parte vital de las operaciones, tanto frente como detrás de las cámaras.

Años experimentales

Hace 80, esos primeros programas fueron emitidos desde los estudios en Alexandra Palace, en el norte de Londres.

Al comienzo, la BBC estaba un poco reticente a participar, señala David Hendy, profesor de medios e historia cultural de la Universidad de Sussex, pues no estaba muy confiada en el sistema de Beard, basado en un osciloscopio mecánico.

“Sabía que había otra tecnología a la vuelta de la esquina”, dijo Handies. “Lo más importante es que la BBC tenía los estudios y la experiencia produciendo programas”.

Tras varios años de experimentos a comienzos de los años 30, se decidió combinar el sistema Beard con las cámaras más sofisticadas desarrolladas por Marconi-EMI.

“Hubo mucho trabajo qué hacer. La imagen era muy mala así que tenían que desarrollar la tecnología, mejorando la imagen y la señal pero también había que pensar mucho en qué es lo que se iba a transmitir”, explicó el profesor Handies.

Se hicieron muchas pruebas de antemano, con una transmisión cerrada de una feria exposición de aparatos de radio y televisión un mes antes.

Así que, para cuando llegó el lanzamiento del 2 de noviembre, ya tenían algún conocimiento de cómo funcionan los estudios y qué hacer.

Mujeres al frente

Las mujeres jugaron un papel esencial en los primeros días de las transmisiones por televisión producidas por la BBC desde los estudios de Alexandra Palace.

Casi la mitad de la nómina era femenina, trabajando en el nuevo y experimental medio.

“Había ejecutivas, mucho más de lo que nos hubiéramos imaginado en esos días, pues la corporación era muy visionaria”, dijo Louise Singer, una asistente de producción en los años 40 y 50.

Muchas mujeres eran empleadas, como secretarias, pero se les pidió que hicieran mucho más, trabajando como productoras y operadoras técnicas en programas de entretenimiento y noticias, que se emitían desde los estudios.

“Me dieron un libreto de cámara y un cronómetro un día antes de la emisión del programa”, explicó Singer. “La persona que me los dio me dijo: 'Puede hacer el programa mañana'”.

Aunque había mujeres al frente y detrás de las cámaras, la igualdad no era absoluta.

Olive Trevett, que operaba el apuntador, necesitó permiso especial para vestir pantalones durante el trabajo.

“No nos permitían vestir como queríamos. Siempre vestíamos faldas al trabajo”, recordó Trevett. “Los pantalones estaban prohibidos, pero eso suena ridículo hoy en día”.

Programación limitada

Lo que también, tal vez, puede sonar ridículo es el concepto que se tenía de la televisión misma.

“Los primeros días las transmisiones eran de 3 a 4 de la tarde y después de 9 a 10 en la noche”, comentó el profesor David Hendy.
“Se pensaba que había que tener espacios entre los programas para evitar estrés a los ojos“.

Pero también era cuestión de recursos. “Como era de esperarse, los diarios se molestaron y se quejaron de que la BBC sólo trasmitía dos horas. También criticaron que se repitieran tanto los programas”.

La logística de las transmisiones era complicada pues la mayoría eran en vivo.

“Era un proceso muy elaborado para contratar estrellas de los teatros comerciales londinenses”, explicó el profesor Hendy.

“Tenían que llegar hasta los estudios de Alexandra Palace y actuar tal vez unas escenas de una obra teatral o hacer un espectáculo de cabaret y después regresar al teatro para sus funciones vespertinas”.

Tampoco había mucha gente viendo televisión. En esa primera semana, tal vez 300 o 400 personas en Londres, indicó el experto en medios de la Universidad de Sussex.

Así que la BBC apenas gastaba unas 1.000 libras a la semana (Unos US$1.210) en los programas de televisión en esos días.

En 1939 el presupuesto subió a 3.000. Pero con eso no se podía hacer mucho. “Es increíble lo que lograron en ese entonces, trasmitiendo los shows que producían con recursos tan limitados”, señaló Hendy.

Popularidad y marginación

Pero, con su creciente popularidad, el medio cobró más fuerza e importancia hasta volverse el omnipresente monstruo que es hoy en día.

Ese auge de la televisión también tuvo un efecto negativo sobre la participación femenina en el medio.

Las mujeres empezaron a hablar de que se sentían marginadas por los hombres colegas y a medida que la televisión empezó a popularizarse, más hombres vieron oportunidades.

“A medida que la televisión se volvió más profesional, tal vez empezó a proyectarse como una carrera más atractiva para los hombres”, expresó la doctora Helen Wheatley, especialista en estudios de cine de la Universidad de Warwick.

“En esos días había casi una igualdad de género en el gremio que después empezó a desaparecer”, concluyó.

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