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La siempre deslumbrante Antigua Guatemala

La ciudad colonial, una vez llamada Santiago de los Caballeros de Guatemala, sigue impresionando a propios y extraños. Pese a los diferentes problemas que se presentan, no deja de ser un orgullo para los guatemaltecos. Su historia, religiosidad y misticismo la hacen el lugar ideal para tomar un descanso.

Vista panorámica de la ciudad de Antigua Guatemala desde el Cerro de la Cruz. (Foto: Hemeroteca PL)

Vista panorámica de la ciudad de Antigua Guatemala desde el Cerro de la Cruz. (Foto: Hemeroteca PL)

Durante el mes de julio, en Hemeroteca PL le compartimos un poco de historia de los lugares icónicos de Antigua Guatemala, así como los hechos que obligaron su traslado hacia el Valle de la Ermita.

En esta ocasión le presentamos a modo de resumen algunos de los lugares que sin duda debe visitar si decide dar un paseo por tan hermosa ciudad.

Historia y fe en un mismo lugar

Ubicada en una parte de lo que fue la antigua Catedral Primada de Santiago de los Caballeros, el templo de San José Catedral  deslumbra a propios y extraños con su hermosa fachada blanca.

El primer templo se construyó en el año de 1543 con los escombros que fueron trasladados del destruido valle de Almolonga. Debido a los constantes terremotos la estructura se dañó al punto que tuvo que ser demolida en 1669. Por lo que en poco más de diez años se levanta un segundo templo en 1680, obra del maestro Joseph de Porres.

Palacio abre sus puertas

Si viaja a la ciudad colonial de Antigua Guatemala, no debe dejar pasar la oportunidad de visitar el Real Palacio de los Capitanes Generales, el cual desde el año 2010 fue abierto al público luego de ser restaurado.

La edificación de este lugar fue una disposición de los reyes de España. Mediante Cédula Real del 20 de noviembre de 1542, el rey Carlos I dispuso: En la ciudad de Santiago de los Caballeros, de la Provincia de Guatemala, resida otra nuestra Audiencia y Cancillería Real,…”

Conjunto dedicado a la educación

Transcurría el año de 1561 cuando un grupo de religiosos de la Compañía de Jesús empezó los trámites para la construcción de un complejo arquitectónico que estaría formado por un monasterio y un colegio.

Ubicado  a una cuadra del Parque Central de la ciudad colonial de Antigua Guatemala, las ruinas del complejo de la Compañia de Jesús tienen una larga historia, la cual inicia con la edificación sencilla de un colegio y años después, precisamente en el año 1626 se concluye la construcción de la iglesia.

Iglesia y convento de la Merced

A pocas cuadras del Parque Central de Antigua Guatemala, se encuentra la iglesia y convento de La Merced. La mejor forma de llegar es caminando por la Calle del Arco desde donde la divisará por su inconfundible y hermoso color amarillo combinado con múltiples detalles blancos.

Durante su paseo por la ciudad colonial no puede dejar de visitar el conjunto mercedario, compuesto del convento y de la iglesia que hasta la fecha continua al servicio de los fieles. Su fachada sobresale entre los demás templos por sus abundantes detalles de estilo ultrabarroco guatemalteco.

Naturaleza, arte y confort

La arquitectura moderna y colonial se unieron al arte y la naturaleza para dar vida a Santo Domingo El Cerro, un complejo turístico y de convenciones situado en Antigua Guatemala.

El proyecto, integra la obra arquitectónica entre amplios jardines y espacios abiertos en un concepto de paisajismo que estuvo a cargo de la arquitecta Carmen Pokorny.

Es un conjunto arquitectónico que busca atender las distintas actividades que se generan a través de la cultura y arte guatemaltecos, sin necesidad de afectar el entorno natural del cerro, ya que ese fue uno de los objetivos del proyecto.

Una aldea llamada San Felipe

Disfrutar de una “piloyada” o un revolcado pueden ser una buena opción para el fin de semana en las faldas del Cerro de la Cruz.

Las pocas calles de la aldea San Felipe de Jesús, Antigua Guatemala, lucen atiborradas los fines de semana. El espacio entre las ventas de dulces típicos y puestos de comida resulta insuficiente para dar cabida a los cientos de turistas nacionales y extranjeros que deciden viajar al lugar para relajarse.

Desde hace décadas, San Felipe se ha convertido en uno de los puntos obligados para almorzar, un sábado o domingo, con la familia o amigos. Aquí es posible degustar un caldo de gallina, un pepián o un revolcado y, al momento de planificar el regreso, se deben apartar unos minutos para comprar un mazapán, un dulce de coco, de maní o de leche.

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