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1982: se disuelve la Junta, asume Ríos Montt

Casi tres meses después de que el triunvirato militar derrocara del poder al general Romeo Lucas García, el 9 de junio de 1982 dos de sus miembros renuncian y el general Efraín Ríos Montt se autoproclama presidente de la República.

Titular de Prensa Libre del 10 de junio de 1982 informando sobre la disolución de la Junta Militar que gobernaba el país. (Foto: Hemeroteca PL)

Titular de Prensa Libre del 10 de junio de 1982 informando sobre la disolución de la Junta Militar que gobernaba el país. (Foto: Hemeroteca PL)

Gracias, Dios mi?o, tu? me has trai?do hasta aqui? dijo el general Efrai?n Ri?os Montt, luego de ser declarado presidente de la repu?blica, durante la sorpresiva ceremonia que tuvo lugar en el salo?n de recepciones del palacio nacional.


La declaracio?n fue apoyada por todas las comandancias y brigadas militares del pai?s, al conocerse la renuncia del coronel Francisco Gordillo Marti?nez y general Horacio Egberto Maldonado Schaad, quienes hasta ayer ocuparon los ministerios de comunicaciones y gobernacio?n, respectivamente, adema?s de ser miembros de la gobernante junta militar de gobierno.

La renuncia de los dos triunviros citados, desintegro? la junta militar y en consecuencia, las altas autoridades del eje?rcito acordaron nombrar como presidente de los organismos ejecutivo y legislativo, al general Ri?os Montt, quien hasta el día anterior era jefe de la junta de gobierno.

En la ceremonia estuvieron presentes los ministros renunciantes, asi? como los dema?s miembros del gabinete, y el presidente del organismo judicial, licenciado Ricardo Sagastume Vidaurre.

Asistieron tambie?n al acto de la toma de la presidencia de la repu?blica los comandantes de las fuerzas militares, navales, ae?rea y de  tierra, quienes, segu?n se informo?,  fueron los que dispusieron centrar  la jefatura del gobierno en el general Ri?os Montt.

Inicialmente hizo uso de la palabra el viceministro de la defensa general Oscar Meji?a Víctores quien leyo? el documento correspondiente, mediante el cual el eje?rcito nombraba como nuevo presidente de la nacio?n, al general Ri?os Montt.

Poco despue?s se dirigio? a los presentes el secretario general de la presidencia, licenciado y coronel Manuel de Jesu?s Giro?n Ta?nchez, quien tambie?n dio lectura al decreto del nombramiento presidencial y de otro ma?s que se refiere a los cambios que sufre el estatuto juri?dico de gobierno.

El punto ma?s importante lo constituyo? la intervencio?n de un capita?n del eje?rcito, de apellido Mun?oz, que coloco? la banda presidencial al general Ri?os Montt.

El nuevo presidente, tras una oracio?n al Creador, expreso? que: “Llevare? sobre mis hombros la responsabilidad de dirigir los destinos de la nacio?n y tengo fe en que tu? me ayudara?s”.

Durante el acto no hubo aplausos. Los presentes, en silencio, observaron el desarrollo de los puntos improvisados. Algunos incluso no daban cre?dito a lo que estaba ocurriendo, ya que a pesar de los rumores, en la desintegrada junta de gobierno, se evidenciaba unidad y nunca se penso? que Maldonado Schaad y Gordillo Marti?nez fueran a dimitir de la noche a la man?ana.


Movimiento de tropas

Fuerte movimiento de tropas hubo en el palacio nacional desde tempranas horas del día 9 de junio, antes de que fueran del conocimiento pu?blico las renuncias de los triunviros, general Horacio Egberto Maldonado Schaad y coronel Francisco Luis Gordillo Marti?nez.

Numerosos soldados ingresaron al despacho del entonces ministro de Comunicaciones, coronel Gordillo Marti?nez, y otros ma?s se quedaron vigilando las dema?s oficinas de la dependencia aludida.

En el ministerio de gobernacio?n, ubicado en el primer nivel del palacio nacional (ala derecha), tambie?n ocurrio? lo mismo. A varias personas que llegaron para arreglar diversos asuntos burocra?ticos, se les indico? que abandonaran la casa de gobierno.

Hasta las 9 horas, se desconoci?a la renuncia de los ministros y triunviros mencionados. Todos los empleados de los ministerios comentaban que en realidad se estaba “produciendo un golpe de estado”.

Otros funcionarios aduci?an que era un “minigolpe”, porque se estaba obligando al coronel Gordillo y al general Maldonado Schaad, a que renunciaran a los cargos que veni?an ocupando desde el 23 de marzo de ese mismo año.

Las tropas permanecieron frente a los ministerios mencionados por ma?s de dos horas. Mientras tanto oficiales jo?venes dialogaban, se dijo, con los ministros Gordillo y Maldonado, en sus respectivos despachos, indica?ndoles que “era mejor que renunciaran”.

Los periodistas vieron tambie?n cuando los ex triunviros salian de sus oficinas acompan?ados por varios oficiales y se dirigieron al despacho del general Ri?os Montt, ubicado en el segundo nivel, ala izquierda. 

En ese momento se empezaba a esclarecer la situacio?n. Todos los comandantes de zonas y, brigadas militares del interior, asi? como de esta capital, se estaban concentrando en el salo?n de recepciones del palacio.

Un fuerte cordo?n de soldados impedi?a el paso hacia el aludido local. Algunos comentarios entre los presentes aseguraban lo del “mini-golpe de estado”.

Poco despue?s de las once horas, llego? al citado salo?n el general Ri?os Montt, acompan?ado del general Maldonado Schaad y del coronel Gordillo. Extran?o? a los periodistas que el ex ministro de Gobernacio?n y vocal I de la junta, fuera vistiendo un traje azul marino, y de anteojos, cuando los dema?s llevaban puesto el uniforme militar.

Una voz irrumpio? el silencio imperante en el salo?n de banquetes. Era el viceministro de la Defensa, general Óscar Meji?a Vi?ctores, quien dijo a los ministros y altos jefes militares presentes, que el general Ri?os Montt, era el nuevo presidente de la repu?blica.

El régimen de Ríos Montt finalizó el 8 de agosto de 1983 al ser separado en el poder por el general Óscar Humberto Mejía Víctores. 

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