Los nuevos aranceles empezarán a cobrarse el 3 de abril y se impondrán tanto a los coches como a las camionetas o camiones ligeros importados, dijo Trump.
El objetivo es presionar a las compañías para que fabriquen en Estados Unidos.
México y Canadá, sus socios en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (T-MEC), se ven muy afectados, al igual que Alemania, Corea del Sur y Japón.
Según uno de los asesores de Trump, los aranceles se sumarán a las tasas preexistentes (habitualmente del 2,5%), con lo que los autos importados pasarán a tributar al 27,5% de su valor.
En el caso de los vehículos eléctricos chinos, gravados desde agosto al 100%, los gravámenes aduaneros ascenderán al 125%.
El proyecto cuenta con una excepción: los vehículos ensamblados en México o Canadá estarán sujetos a un impuesto del 25% sólo sobre la parte de piezas sueltas que no procedan de Estados Unidos.
México envía más del 80% de sus exportaciones a Estados Unidos a través del T-MEC, que se firmó durante el primer mandato de Trump de 2017 a 2021.
Diversos analistas han advertido que de imponerse los aranceles, la economía mexicana, la segunda más grande de América Latina, podría caer en recesión.
En realidad el 50% de los vehículos que se venden en Estados Unidos se fabrican en el extranjero y se utilizan componentes importados para la mitad de los que ensamblan en territorio estadounidense, según el asesor comercial de Trump, Peter Navarro.