Las víctimas fueron identificadas como Nohemí Orellana de 23 años y Josué Daniel Orellana de 16. Los reportes dan cuenta que los dos jóvenes estaban boca abajo en una cama, atados de pies y manos, con múltiples disparos en el cuerpo.
La saña con la que ejecutaron el crimen fue repudiado por vecinos que llegaron a la escena del crimen para ayudar con el proceso de identificación.
Las autoridades desarrollaron un operativo en la zona para tratar de dar con los posibles responsables, pero la acción no ha reportado hasta ahora resultados positivos.
Por la forma en que se ejecutó a los dos hermanos, las autoridades consideran que pudo ser un ataque directo, pero del cual se desconoce el móvil del crimen.
Investigadores acordaron la casa donde fueron localizados los dos jóvenes, desarrollando los peritajes correspondientes y determinar si hay alguna pista que los lleve a los responsables.