En la ceremonia, a la que asistió el ministro de Defensa de Canadá, Peter MacKay, en representación del Gobierno canadiense, se rindió un emotivo homenaje a los tripulantes de los barcos canadienses que tuvieron la difícil tarea de recuperar en alta mar los cadáveres de los fallecidos.
El Titanic se hundió frente a las costas canadienses en la madrugada del 15 de abril de 1912 después de chocar contra un iceberg.
De los más de dos mil 200 ocupantes del navío, solo 710 se salvaron al ocupar los escasos botes salvavidas del Titanic, que la compañía naviera White Star Line había publicitado como “insumergible” .
El resto se ahogaron en el interior del transatlántico o murieron de hipotermia en las gélidas aguas del Atlántico norte.
Halifax se convirtió en el centro de los esfuerzos de recuperación e identificación de los cadáveres del desastre, una macabra tarea que marcó a muchos de los marineros que participaron en las tareas.
El sábado, miles de habitantes de la ciudad canadiense junto con turistas llegados de todo el mundo participaron en una procesión nocturna y un espectáculo audiovisual que narró la historia del transatlántico, sus pasajeros y trabajadores.