Los problemas como el hacinamiento y la violencia en las cárceles se mantiene en la región, según un resumen del informe al que tuvo acceso.
También el empleo de la tortura con fines de investigación criminal, el uso excesivo de la fuerza por los cuerpos de seguridad en los centros penales y la ausencia de medidas de protección para los grupos vulnerables.
“Este informe regional busca convertirse en una herramienta útil para el trabajo de instituciones y organizaciones comprometidas con la promoción de estos derechos, para ayudar a los Estados en el cumplimiento de sus obligaciones internacionales”, indicó el comunicado.
En su primer informe, de 2011, el CIDH presentó los problemas más extendidos sufridos por los privados de la libertad en la región, entre ellos el hacinamiento y la violencia.