Internacional

¿Cómo Venezuela cayó en la ruina?

Venezuela pasó de zambullirse en petrodólares a una de sus peores crisis económicas durante el gobierno de Nicolás Maduro, quien buscará su reelección en los comicios de este domingo.

Los venezolanos se enfrentarán a las elecciones presidenciales del 20 de mayo en medio de una severa crisis socioeconómica y escasez de alimentos, medicinas y otros productos básicos.(AFP).

Los venezolanos se enfrentarán a las elecciones presidenciales del 20 de mayo en medio de una severa crisis socioeconómica y escasez de alimentos, medicinas y otros productos básicos.(AFP).

Cómo ocurrió el descalabro? ¿Qué le espera?

El boom 

Entre el 2004 y el 2015, este país con mayores reservas de crudo recibió unos US$750 mil millones de la bonanza más larga en un siglo de explotación petrolera.
Mientras acentuaba la dependencia del oro negro -fuente de 96 por ciento de sus ingresos-, el gobierno de Hugo Chávez (1999-2013) aprovechó el boom para financiarse a bajo costo.

Emitió unos US$62 mil millones en bonos soberanos y de la petrolera PDVSA, según la consultora Ecoanalítica, y recibió préstamos de China y Rusia. La deuda externa se quintuplicó hasta US$150 mil millones .

Las reservas internacionales llegaron a 42 mil 300 millones en el 2008. Hoy son una cuarta parte.
El gasto público también se disparó, y en el 2012 hubo un déficit de 15.6 por ciento del PIB pese a que el barril de petróleo alcanzó una media récord de US$103.42.
Ese déficit “equivalía al de Grecia en su peor momento”, dijo Orlando Ochoa, economista de la Universidad de Oxford.

Estado omnipresente

Al tiempo, el gobierno socialista estatizó sectores como el del cemento y acero y expropió cientos de empresas.
Desde el 2003 monopoliza las divisas que vende a tasas que sobrevaloran el bolívar e impuso un control de precios que, con las expropiaciones e importaciones subsidiadas, minó la industria.
“Se indujo al sector privado a reemplazar producción por importaciones baratas”, comentó Ochoa. El empresariado abastece hoy 20 por ciento del consumo frente a 70 por ciento en el 2008, según Fedeagro.
El control cambiario derivó en corrupción, con importaciones fantasma, sobrefacturación y desvío de dólares al mercado negro, donde las cotizaciones multiplican por 12 la oficial.

Se añaden presuntos abusos con gastos reservados. Según Jorge Giordani, gurú económico de Chávez, US$300 mil millones se malversaron en la última década.
Las estatizaciones menguaron varias empresas y terminaron en litigios como el de la petrolera ConocoPhillips, que tomó activos de Venezuela en el Caribe para cobrarse US$2 mil millones de dólares.
El gobierno defiende que entre 1999 y el 2014 destinó 718 mil millones a programas sociales.
Pero el manejo fiscal es desordenado, con emisión de dinero para tapar un agujero de 15 por ciento a 20 por ciento del PIB en promedio desde el 2013, según Humberto García, presidente de la Academia Nacional de Ciencias Económicas.

El derrumbe

El camino hacia el colapso estaba trazado cuando el petróleo se derrumbó desde US$98.98 por barril, en julio de 2014, a 47.05 al finalizar ese año y a una media de 35.16 en el 2016.

Los ingresos, de US$121 mil millones en el 2014, cayeron a 48 mil millones en el 2016. La bomba le explotó a Maduro.
La producción de PDVSA se desplomó de 3,2 millones de barriles diarios en el 2008 a 1.5 millones en abril pasado, según la OPEP. Así, el repunte de precios tiene un impacto limitado.
Como ajuste, el Gobierno redujo importaciones y la entrega de divisas, agudizándose la escasez de alimentos y medicinas.
Las importaciones, de US$66 mil millones en el 2012, serán de 9 mil 200 millones en el 2018, estima Ecoanalítica.
La financiación del déficit y la disparada del “dólar negro” por la sequía de divisas generaron una hiperinflación que según el FMI llegará a 13 mil 864.6 por ciento este año.

Esta espiral destruyó los salarios -el ingreso mínimo da para medio 2.2 libras de carne- y provocó escasez de billetes al rezagar al cono monetario. Uno nuevo, con tres ceros menos, circulará desde junio.
El PIB se contrajo 45 por ciento desde el 2013, según el FMI, pasando de US$400 mil millones a 120 mil millones. “Indicadores de un país en guerra”, según Asdrúbal Oliveros, de Ecoanalítica.

Futuro sombrío 

Por pagos atrasados de deuda, Venezuela y PDVSA fueron declarados en default parcial en el 2017, con compromisos para el próximo cuatrienio por US$10 mil millones anuales.
Maduro, quien se dice víctima de “una guerra económica”, anunció una renegociación, pero desde agosto Washington prohíbe a los estadounidenses negociar nueva deuda venezolana.
Un embargo sería inminente, advierte Alejandro Grisanti, de Ecoanalítica, quien prevé que la producción de crudo caería a 1.2 millones de barriles diarios a fines del 2018.

Estados Unidos asoma un embargo petrolero, escenario catastrófico pues un tercio de la producción va allí y representa 75 por ciento del flujo de caja.
La crisis venezolana es de “las mayores” del mundo en 50 años, alerta el FMI. Y no toca fondo.

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