El pasado lunes, la presidenta se sometió a nuevos estudios de control que ofrecieron “resultados satisfactorios”, por lo que el equipo neuroquirúrgico que la atiende decidió que ya puede trasladarse por “medios aéreos”.
Cristina Fernández, de 60 años, fue sometida el pasado 8 de octubre a una neurocirugía para drenarle un hematoma craneal.
El 18 de noviembre, y tras guardar 40 días de estricto reposo, la mandataria retomó sus actividades oficiales desde su residencia oficial de Olivos, aunque bajo la prescripción médica de evitar el estrés y no viajar en avión.