Un grupo ‘yihadista’ inspirado en Al Qaeda, Ansar Beit Al Maqdes, reivindicó el atentado el martes contra el general de policía Mohamed Said, asesinado en El Cairo por dos hombres armados que huyeron en una moto. La víctima era el director de la Oficina técnica del ministerio del Interior, adjunta al ministro Mohamed Ibrahim.
Con base en la península del Sinaí, este grupo amenaza de muerte a Al Sisi, quien el lunes fue ascendido al máximo cargo castrense, el de mariscal, y a quien el ejército quiere postular a la presidencia del país, así como al ministro Ibrahim. “¡La venganza llegará!”, advirtió la organización en un comunicado dado a conocer a través de sitios “yihadistas” de internet.
En la última semana, 14 policías murieron y 9 soldados también perecieron en la península del Sinaí, según un balance realizado por AFP. Además, el miércoles, dos hombres enmascarados montados en una moto asesinaron a un policía en una localidad de Charqiya, provincia ubicada en el delta del Nilo, según fuentes de la seguridad.
El derrocado Mursi compareció nuevamente el martes ante un tribunal de El Cairo, que lo juzga por su evasión de prisión en 2011, durante la revolución que derrocó a Hosni Mubarak.
Signo de la inestabilidad que sigue reinando en el país fue el atentado que costó la vida al general de policía el martes en El Cairo. En este contexto, el ejército ejerce de facto el poder y el lunes pasado avaló la candidatura de Al Sisi, el nuevo hombre fuerte del país, a las elecciones presidenciales previstas en los próximos meses.
El nuevo Gobierno se ha embarcado en una represión implacable de los partidarios de Mursi.
Según la organización de derechos humanos Amnistía Internacional (AI), unas mil 400 personas han muerto durante las protestas, la mayoría de ellas islamistas. Además, los líderes de la cofradía de Mursi, los Hermanos Musulmanes, se encuentran en prisión.
Este jueves, el gobierno interino recibió el apoyo del exprimer ministro británico Tony Blair, emisario del Cuarteto para Oriente Medio(Estados Unidos, Rusia, ONU y Unión Europea).
“El hecho es que los Hermanos Musulmanes intentaron desviar el país de sus valores fundamentales, de esperanza y progreso. El Ejército intervino a petición del pueblo para llevar al país a una nueva etapa de desarrollo democrático, y tenemos que apoyar al nuevo gobierno en esta tarea”, dijo Blair en una entrevista con el canal de televisión Sky News Arabia.
Por su parte, la Fiscalía egipcia anunció que 20 periodistas de la cadena de televisión árabe Al Yazira, cuya cobertura mediática es considerada pro Hermanos Musulmanes por las autoridades, serán juzgados. Dieciséis periodistas egipcios están acusados de pertenencia a una “organización terrorista”, mientras que a otros cuatro extranjeros se los inculpa por transmitir “noticias falsas”.
AI considera esta decisión “un importante revés para la libertad de prensa”, añadiendo que “en las próximas elecciones ésta será algo esencial”, y que los periodistas no pueden “trabajar bajo el miedo”.
“El hecho de que el gobierno tenga como objetivo a los periodistas y a otros con argumentos falaces, no sólo es un error sino también una muestra de desprecio monstruosa hacia la salvaguardia de los derechos y las libertades fundamentales”, afirmó por su parte la portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Jennifer Psaki.