La televisión local mostraba en el cráter del volcán una nube blanca de gas sin ceniza, lo que es considerado por la experta como “un proceso normal”, porque la parte interna que estaba “altamente presurizada, está despresurizándose”.
Por su parte, el vulcanólogo de la estatal Universidad de El Salvador, Francisco Barahona, estableció que el Chaparrastique entró en una “etapa de relajación”, pero estimó necesario seguir con las mediciones de dióxido de azufre.
Desde que se produjo la erupción la mañana del domingo recién pasado, según Kattán, “es continuo” el monitoreo del coloso de dos mil 130 metros de altura, ubicado en el departamento de San Miguel, 140 km al este de San Salvador.
En tanto, el ministro de Medio Ambiente, Herman Rosa Chávez, destacó que el país dispone de una moderna y “completa” red de monitoreo con dos estaciones que miden las emisiones de gases y cuatro estaciones sísmicas, de las cuales tres siguen activas en el volcán.
En algunos puntos de la región inmediata al volcán, según Rosa Chávez, se detectó una capa de hasta cinco milímetros de ceniza.
Las autoridades de los ministerios de Medio Ambiente y de Agricultura y Ganadería iniciaron una evaluación del impacto que la lluvia de ceniza tuvo en los cafetales de la cordillera Sierra Tecapa-Chinameca, que abarca poblados como Jucuapa, Chinameca, Santiago de María, Alegría y Berlín, entre otros cercanos al volcán.
En tanto, el Director de Protección Civil, Jorge Meléndez, dijo que la alerta amarilla se mantiene en todo el país y en el departamento de San Miguel prevalece la alerta naranja.
Meléndez informó que dos mil 214 personas permanecían en 13 albergues.
Para el mediodía de este lunes el presidente Mauricio Funes tiene previsto hacer un recorrido por los cantones de las estribaciones del Chaparrastique, que tuvo su última erupción en 1976.
El coloso acumula 20 erupciones en los últimos 300 años, según fuentes oficiales.