Internacional

Escalada de violencia en Gaza y el sur de Israel alejan esperanza de tregua

El conflicto entre Israel y Hamás se recrudecía de manera preocupante este martes, con incesantes bombardeos contra la Franja de Gaza, lo que incluyó la casa (vacía) del máximo dirigente del movimiento islamista palestino, Ismael Haniyeh, lo que aleja toda esperanza de tregua con ocasión del fin del Ramadán.

El complejo que alberga las oficinas de la radiotelevisión de Hamas Al  Aqsa en Gaza,  tras ser bombardeado por Israel. (Foto Prensa Libre:  AFP).

El complejo que alberga las oficinas de la radiotelevisión de Hamas Al Aqsa en Gaza,  tras ser bombardeado por Israel. (Foto Prensa Libre: AFP).

GAZA.- “En nombre de la Humanidad, la violencia debe detenerse”, llamó el lunes el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. En cambio, el primer ministro Benjamín Netanyahu pidió a los israelíes que se preparen para una campaña militar “prolongada”.

En lo que va de esta jornada, la 21 desde el comienzo de la ofensiva israelí, 26 personas han muerto por los ataques contra la Franja de Gaza, informaron los servicios de auxilio, lo que eleva a mil 113 los palestinos muertos desde el comienzo de la ofensiva militar. La víspera, murieron 10 soldados israelíes en total.

“Siete personas, entre las cuales cinco mujeres y un niño, murieron en un bombardeo que destruyó un edificio de tres pisos en Rafah (sur de Gaza)”, había indicado Ashraf Al Qudra, portavoz de los servicios de auxilio en Gaza.

Más tarde, el propio responsable señalaría que “seis personas murieron, de las cuales tres eran niños y dos mujeres, y más de quince reultaron heridas” por un ataque de artillería contra el campo de refugiados de Bureij, en el centro de la Franja de Gaza.

En lo que va de la jornada, al menos ocho mujeres y cuatro niños han perdido la vida.

Con estas veintiséis víctimas fatales en las primeras horas del 21 día de ofensiva israelí, el número de palestinos muertos alcanza mil 113 desde desde el 8 de julio, cuando se lanzó la campaña militar contra el enclave. Los heridos superan los seis 200 y los daños materiales son considerables.

Los bombardeos se intensificaron el lunes por la noche sobre la ciudad de Gaza, donde el ejército israelí lanzó varios ataques contra el barrio de la Universidad Islámica, constataron unos periodistas.

Hacia las 19H15 (16H15 GMT), Israel había demandado a la población civil de zonas cercanas a la ciudad de Gaza que las evacuaran “inmediatamente”, lo que permitió presagiar estos ataques.

Además, la aviación israelí bombardeó la casa de Haniyeh, el más alto dirigente de Hamás en la Franja de Gaza, que se encuentra en el campo de refugiados de Shati (noroeste), informó su hijo, quien aclaró que la vivienda estaba desocupada.

Los locales de la televisión y radio de Hamas también fueron atacados en la ciudad de Gaza, perturbando sus emisiones.

Mientras los F-16 israelíes han disparado contra diferentes objetivos, Hamas ha respondido este martes con lanzamientos de cohetes, dos de los cuales cayeron cerca de Rishon LeZion, a 10 kilómetros al sur de Tel Aviv.

Israel también ha registrado bajas, diez en total durante la jornada del lunes. Cuatro soldados, todos ellos en tanques, murieron cuando un obús de mortero cayó sobre la frontera con el enclave palestino. Este ataque fue reivindicado por Hamás. Un quinto militar había caído en combate en la Franja de Gaza.

Otros cinco soldados israelíes murieron el lunes en un combate frente un comando palestino que intentaba infiltrarse en Israel a través de un túnel en Nahal Oz, cerca de la frontera.

Hasta ahora, 53 soldados israelíes han muerto desde el comienzo de la ofensiva contra Gaza, el balance más alto desde la guerra contra el Hizbulá libanés de 2006. Además, tres civiles israelíes han resultado muertos por disparos de cohetes u obuses.

Lunes sangriento

Israel y el movimiento islamista Hamás habían reanudado sus combates el lunes, con decenas de muertos -entre ellos varios niños y mujeres y cinco soldados israelíes-, lo que hace añicos las esperanzas de un alto el fuego.

Netanyahu dijo a los israelíes que se preparen para una campaña militar “prolongada”, antes de los bombardeos que costaron la vida a diez palestinos, entre ellos tres niños, el mismo día en que terminaba el Ramadán musulmán, con el Eid El Fitr.

Unas horas antes, el lunes, un misil segó la vida de diez personas, entre ellas ocho niños, e hirió a por lo menos 46 en el campo de refugiados de Shati, en la Franja de Gaza, según fuentes médicas palestinas.

Éstas y unos testigos presenciales atribuyeron la matanza de Shati a un misil israelí, aunque el ejército hebreo aseguró que se trataba de un disparo fallido de Hamás.

“Un (caza-bombardero) F16 lanzó cinco cohetes hacia una calle en el campo de Shati donde había niños jugando, matando a algunos de ellos e hiriendo a muchos más”, dijo un testigo.

En el hospital de Shifa, un corresponsal de la AFP vio los cuerpos de al menos siete niños y a muchos otros, ensangrentados, transportados en camillas directamente hasta el depósito. “No hemos tirado contra el hospital ni contra el campo de refugiados de Shati”, declaró el comandante israelí Arye Shalicar. “Sabemos que Hamas estaba disparando desde ambas áreas y que los misiles cayeron en esos lugares”, agregó.

Además, el ejército israelí aseguró haber abatido a cinco comandos palestinos en un enfrentamiento en el sur del país, aunque el movimiento islamista negó haber sufrido cualquier baja y aseguró haber abatido a diez soldados del “enemigo sionista”.

Presión internacional sin resultados

Estos incidentes sangrientos se produjeron después de una breve tregua tácita coincidente con las festividades musulmanas del fin del Ramadán.

La comunidad internacional trató de presionar para que se prolongara, pero sus llamamientos resultaron vanos. El presidente estadounidense, Barack Obama, reclamó el domingo en una conversación telefónica con Netanyahu “un inmediato e incondicional alto el fuego humanitario”, indicó la Casa Blanca. Muchos analistas consideran este llamamiento como un “ultimátum”.

Y el Consejo de Seguridad de la ONU expresó también su “fuerte apoyo a un alto el fuego humanitario, inmediato y sin condiciones, que permita suministrar una ayuda indispensable y urgente” al enclave palestino. Netanyahu replicó que ese llamamiento “no responde a las exigencias de seguridad de Israel”.

Por su parte, la presidente de Brasil, Dilma Rousseff, calificó el lunes de “masacre” y un acto “desproporcionado” la ofensiva de Israel en Gaza. “Lo que está ocurriendo en Gaza es algo peligroso. No creo que sea genocidio, pero creo que es masacre. Está ocurriendo una acción desproporcionada”, dijo la presidenta en un foro organizado por el diario Folha de Sao Paulo.

La atención se centraba el lunes en las gestiones que el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, se disponía a emprender en El Cairo con una delegación de su movimiento, Fatah, de Hamas y de la Yihad Islámico para discutir sobre un alto el fuego, anunció un alto responsable palestino en Ramalá (Cisjordania).

“Abas formará una delegación palestina que incluirá a representantes de Hamás y de la Yihad Islámica, que viajará a Egipto para reunirse con los dirigentes egipcios y discutir el cese de la agresión israelí contra la Franja de Gaza”, dijo el responsable, sin brindar otras precisiones.

El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, dijo el lunes que los esfuerzos internacionales para alcanzar una tregua deben conducir al desarme de Hamas.

 

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