Internacional

Falta de lluvia asuela grandes zonas de América Latina y el Caribe

La sequía, que puede ser, según los expertos, más dañina que la combinación de ciclones, inundaciones y sismos, asuela una amplia zona de América Latina y el Caribe en un año en el que el fenómeno El Niño ha hecho su aparición.

Siembras de maíz dañadas en Chiquimula, debido a la sequía originada por la canícula. (Foto Prensa Libre: Edwin Paxtor)

Siembras de maíz dañadas en Chiquimula, debido a la sequía originada por la canícula. (Foto Prensa Libre: Edwin Paxtor)

BOGOTÁ.- José Daniel Pabón Caicedo, director del Centro Internacional de Investigación sobre el Fenómeno de El Niño (Ciifen), con sede en Guayaquil (Ecuador), tiene claro que El Niño está ya sintiéndose en la región, aunque otras fuentes no opinan lo mismo.

Ya está “en desarrollo”, aseguró Pabón, quien cree que el déficit de lluvias en varias zonas del norte, el centro y el sur de América, además del Caribe, tiene que ver con el calentamiento de las aguas del Pacífico típico de El Niño, al igual que el exceso de precipitaciones que, por el contrario, se registra en zonas del Cono Sur como en Paraguay, donde las inundaciones han hecho estragos.

Según el Ciifen, que realiza informes periódicos sobre El Niño, las aguas del Pacífico presentan este mes temperaturas por encima de lo normal desde California hasta el sur de Perú, pero bajo la superficie se evidencia un debilitamiento del calentamiento.

Los modelos que usa el Ciifen indican que El Niño alcanzará su pleno desarrollo en los últimos meses de 2014 y puede continuar durante el primero de 2015.

En Brasil, un país alejado del Pacífico, se registra un déficit de precipitaciones en el estado de Sao Paulo, el más poblado.

En lugar de a los santos, como se hacía antiguamente, las autoridades de Sao Paulo han recurrido a la tecnología para llenar las represas y poder disponer de suficiente agua y energía.

La empresa brasileña Modclima, por encargo de la Compañía de Saneamiento Básico del Estado de Sao Paulo (Sabesp), está “bombardeando” las nubes para generar lluvias y ya se ha logrado la caída de aproximadamente 11 mil 500 millones de litros de agua en las represas, equivalentes al 1.2 % de la capacidad total.

En Colombia, donde 22 de los 32 departamentos del país sufren actualmente la falta de lluvias, los daños a la agricultura y la ganadería son elevados, pero además han empeorado las condiciones de vida de cientos de miles de personas, sobre todo en el norte del país, donde hay lugares donde no llueve desde hace dos años.

Quince niños indígenas del departamento de la Guajira han muerto por enfermedades derivadas de la falta de alimentos y agua, según la Defensoría del Pueblo de Colombia, que ha constatado además que casi 40 mil niños sufren desnutrición.

El Gobierno ha anunciado ayudas para los afectados.

En los departamentos de La Guajira, Magdalena, Córdoba, Atlántico, Sucre, Bolívar y Cesar se han registrado en las últimas semanas 642 incendios forestales, han muerto de sed unas 40 mil reses y los campesinos han perdido sus cultivos.

Según la Sociedad de Agricultores de Colombia, el crecimiento del PIB de este sector puede caer del 5.2 % de 2013 al 3.3% en 2014.

Al menos 6,6 millones de sacos de maíz se han perdido en El Salvador como consecuencia de la sequía y hay riesgo de perder 2.475.000 quintales de fríjol, según la Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (Campo).

En Costa Rica, la provincia de Guanacaste, con costas en el Pacífico y una de las principales zonas agrícolas, ganaderas y turísticas del país, está en alerta amarilla a causa de una sequía, acompañada de vientos que no son propios de esta época del año.

El déficit de lluvias desde abril es del 50% y en julio ha llovido el 1.3 % de promedio histórico de este mes.

La sequía afecta a 28 de los 338 municipios en Guatemala, según dijo este mes el presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina.

En Bolivia, hay 18 municipios de la región andina de Oruro, cerca de la frontera con Chile, en emergencia por la sequía. Por el momento no hay familias damnificadas, pero el ganado camélido está en riesgo.

En República Dominicana y Puerto Rico, las presas están al mínimo de su capacidad y se han anunciado restricciones al suministro de agua.

Venezuela ha experimentado una sequía “de extrema a severa” en los últimos meses que ha afectado a nueve de sus 23 estados, lo que llevó al Gobierno a iniciar un racionamiento en el suministro de agua, interrumpiendo parcial o completamente el servicio en varias zonas del país incluso hasta tres días por semana.

La Federación Ganadera venezolana alertó sobre el riesgo para el 20 % de la ganadería del país, luego de que la sequía retrasara el rebrote de semilla de pasto para el alimento de las reses.

Los diarios venezolanos dicen hoy que a causa de la sequía habrá que importar más alimentos en un país con problemas de abastecimiento.

México tiene un 43.29 % de su territorio afectado por algún grado de sequía, de acuerdo con el más reciente monitoreo del Servicio Meteorológico Nacional, efectuado el 30 de junio.

A 30 de abril 711 municipios del país padecían un déficit de precipitaciones, según la Comisión Nacional del Agua.

Más al norte, California, Oregón y Nevada (oeste de EE. UU.) viven una situación de sequía crónica desde hace tres años, un problema que se ha intensificado desde el inicio de 2014 y que en el primero de esos estados ha sido declarado “excepcional”.

Desde principios de año hasta el 19 de julio se han producido en California tres mil 400 incendios que han quemado 20 mil 600 hectáreas y se calcula que el sector agrícola del estado puede perder este año más de mil millones de dólares.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) advirtió el año pasado de que “el cambio climático provocará un aumento de la frecuencia, intensidad y duración de los episodios de sequía“.

La OMM instó a los países a no solo reaccionar puntualmente, sino a tomar medidas preventivas para afrontar este problema.

Para la OMM, el Fondo de Naciones Unidas para la Agricultura (FAO) y la Convención de Naciones Unidas contra la Desertificación hay que seguir el ejemplo de Australia, el único país del mundo con una política nacional de lucha contra las sequías.