Los rebeldes, sin embargo, sólo revelaron los nombres de tres de los seis rehenes que volverán a sus casas: los policías Jorge Trujillo Solarte, de 41 años; Jorge Humberto Romero Romero, de 49, y José Libardo Forero Carrero, de 42, secuestrados en julio de 1999 en el municipio de Puerto Rico, departamento de Meta, 210 kilómetros al sureste de Bogotá.
Por eso la expectativa y la ansiedad son grandes en las familias de los otros nueve uniformados.
Carmen Guarín, madre del sargento del ejército Róbinson Salcedo, secuestrado en agosto de 1998, dijo a su hijo a través de The Associated Press que “Dios y la Virgen Santísima lo van a sacar rápido de allá de ese secuestro”.
Agregó que “lo único que le pido, papito, es que tenga fuerza y ánimo, que si ya aguantó lo más por qué no va a aguantar lo menos. Mi’jito, con la fe del Señor este año sale. No piense en nada malo, piense en cosas positivas”.
En tanto, Leonor Bonilla, madre del policía Luis Hernando Peña, secuestrado en noviembre de 1998, dijo que su situación es tal vez la más difícil de todos los familiares de los rehenes.
“Yo lo único que puedo decir es que desde hace 10 años la guerrilla lo borró de la lista de canjeables”, los uniformados que las FARC pretenden intercambiar por guerrilleros presos en cárceles colombianas, expresó Bonilla en entrevista telefónica con la AP. De hecho, algunos miembros de la fuerza pública liberados en julio de 2008 han dicho que Peña, de 39 años, habría muerto a manos de los rebeldes.
“Hace 10 años no tenemos ninguna noticia de él. Entonces mi mensaje es reclamándoles a las FARC que por favor me devuelvan a mi hijo. El mejor regalo de Año Nuevo para mí es que me dieran una noticia de dónde está mi hijo”, agregó.
“Los otros muchachos que han sido liberados me han informado que mi hijo fue retirado del campamento donde estaban todos y que se lo llevaron en una camioneta blanca”, explicó.
Según dijo, “ya van 13 años que para mí no han habido ni Navidades ni Años Nuevos porque todo ha sido tristeza, dolor y desesperación… En caso de que esté vivo, le quiero decir que toda su familia lo está esperando. Y si está en el cielo que nuestro Señor lo bendiga”.
En tanto, Carmen Cristina Arcia, hermana del militar Luis Arturo Arcia, secuestrado en marzo de 1998, dijo a su hermano que “lo quiero, que lo adoro con toda mi alma, que se están dando las cosas. Animo, valor, mucha fuerza”.