La ministra del Interior británica, Theresa May, anunció el 24 de abril que firmó un tratado de asistencia legal mutua con Jordania, donde el extremista islámico jordano de origen palestino afronta un nuevo juicio por su implicación en atentados terroristas tras haber sido condenado en rebeldía en 1999.
May explicó entonces que las garantías incluidas en el tratado, que todavía debe ser ratificado por los dos países, deberían dar seguridad a la justicia británica de que durante el nuevo juicio de Abu Qatada no se utilizarán en su contra pruebas obtenidas bajo tortura, el elemento que bloquea su deportación.
El anuncio del tratado se produjo al día siguiente de que el gobierno británico sufriera un nuevo revés en su larga batalla judicial para expulsar al hombre que el juez español Baltasar Garzón describió un día como “la mano derecha de Bin Laden”.
La SIAC, una jurisdicción especial encargada de casos relacionados con la seguridad nacional, bloqueó en noviembre la expulsión de Abu Qatada, alegando que no podía estar segura de que el imán tuviera un juicio justo en su país.