“No toleraremos disparos de Líbano hacia nuestro territorio (…) Consideramos al gobierno libanés y a su ejército responsables de los disparos de esta mañana [domingo]”, dijo el ministro israelí de Defensa, Moshe Yaalon, en un comunicado.
“El ejército israelí reaccionó con disparos masivos de obuses hacia el sector desde el que se lanzaron los cohetes. En caso de necesidad, actuará más duramente”, advirtió Yaalon.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, cuestionó al poderoso movimiento chiita libanés Hezbolá, enemigo jurado de Israel.
“Hezbolá despliega miles de cohetes y de misiles en medio de la población civil. Así comete un doble crimen de guerra bajo la protección del gobierno libanés y de su ejército, que no hacen nada”, acusó Netanyahu, según un comunicado de su oficina.
“Sabemos que Irán, que sigue ayudando al gobierno sirio a cometer masacres contra su población y a armar a organizaciones terroristas en el extranjero, está detrás de Hezbolá”, añadió.
Según la radio pública, se lanzaron cuatro cohetes, pero tan solo uno de ellos alcanzó el territorio israelí, mientras que los otros tres explotaron en Líbano, cerca de la frontera.
En un comunicado, el ejército libanés indicó que “dos cohetes fueron lanzados desde Jreibet Hasbay” en dirección a Israel y “esto estuvo seguido por disparos de 32 obuses del enemigo israelí, caídos en el mismo pueblo”.
“Las unidades del ejército fueron puestas en estado de alerta y se enviaron patrullas a la zona en cooperación con la fuerza interina de Naciones Unidas en Líbano (Finul). Se encontraron cuatro rampas de lanzamiento de cohetes”, según el ejército libanés.
La Finul indicó que sigue “la situación sobre el terreno y su comandante Paolo Serra está llevando a cabo contactos con las dos partes”.
