La audiencia tendrá lugar a las 11H50 GMT en la Casa Santa Marta, donde el papa reside temporalmente a la espera de trasladarse a su apartamento pontificio en el Palacio Apostólico, donde habitualmente se celebran las audiencias con los mandatarios o Jefes de Estado.
“Es nuestro deseo que tenga, al asumir la conducción y guía de la Iglesia, una fructífera tarea pastoral desempeñando tan grandes responsabilidades en pos de la justicia, la igualdad, la fraternidad y de la paz de la humanidad”, dice la breve misiva en la que Kirchner saludó la designación del purpurado como máximo referente de la Iglesia católica.
La presidenta asistirá el martes a la ceremonia de entronización de Francisco con una comitiva de doce integrantes, entre funcionarios, legisladores oficialistas y opositores, empresarios y representantes sindicales.
La relación entre el exarzobispo de Buenos Aires y Kirchner estuvo siempre teñida de roces, debido en parte a las encendidas homilías del cardenal en las que solía exaltar “el escándalo de la pobreza y la falta de trabajo” o “el flagelo de la droga y la delincuencia” en el país.
“Si queremos ser fieles al evangelio de Jesús debemos decir las cosas como son. Bergoglio siempre decía las cosas y claramente eso al gobierno no le gustaba. A ningún gobierno le gusta que se hable de que hay pobreza y corrupción”, afirmó Piña.
Para evitar sus sermones críticos, el fallecido expresidente y esposo de la mandataria Néstor Kirchner, resolvió en 2005 trasladar a catedrales del interior del país el tradicional Tédeum anual que se celebraba con presencia del mandatario y su gabinete en la catedral de Buenos Aires, algo que fue seguido por su sucesora, Cristina Kirchner.
“Ante el papa se inclinan todos y (la presidenta) tendría que ir a inclinarse porque Bergoglio ha demostrado una gran hidalguía al recibirla personalmente, después de los desprecios que (los Kirchner) hicieron con los Tedeum”, sostuvo Julio Strassera, fiscal del histórico juicio a las juntas militares en 1985.
La relación con Cristina Kirchner, una católica confesa al igual que el 75% de los argentinos, se volvió más tensa desde que el Congreso legalizó en julio 2010 el matrimonio homosexual.
Dos años después, Bergoglio también condenó la aprobación de otra ley impulsada por el gobierno sobre la identidad de género que autoriza a travestis y transexuales a registrar sus datos con el sexo elegido.
Pese a las críticas, Bergoglio “nunca quiso ser oposición” al gobierno, dijo el presidente de la influyente Unión Industrial Argentina (UIA), Ignacio de Mendiguren.
“Bergoglio fue igual de duro con el radicalismo (opositor), con los otros gobiernos, con los trabajadores. Ese es Bergoglio. Yo pienso que nunca quiso ni se puso como jefe de la oposición”, dijo al afirmar que en su opinión la reunión del lunes “será muy buena”.
En el mismo sentido se expresó el titular del gremio de los trabajadores marítimos Omar Suárez, integrante de la comitiva que acompañará a Kirchner al Vaticano.
“No tengo duda que tienen que mejorar (la relación), creo que van a hablar dos personas inteligentes, depende de la grandeza del ser humano y es la gran oportunidad”, opinó.
Martha Rabino, una monja de 71 años amiga de Bergoglio y que fue catequista y profesora en la secundaria de Cristina Kirchner, remarcó a la AFP que se trata de “dos personas con firmes convicciones”.
“Ella anunció que va a viajar para la coronación del papa y seguramente tendrá que besar su anillo, así que tendrá que recapacitar”, dijo.