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Casi mil 900 personas han muerto en Siria durante negociaciones de Ginebra

Casi mil 900 personas han muerto en Siria desde el 22 de enero, cuando comenzaron en Suiza las negociaciones de paz entre el régimen y la oposición, afirmó este viernes el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).

BEIRUT.- “Entre el 22 de enero y el 30 de enero a medianoche hubo  mil 870 muertos, entre ellos 498 civiles”, afirmó el director del Observatorio, Rami Abdel Rahman.

Mientras tanto, en Ginebra, los acuerdos se complican. El ministro de Información sirio, Omran Al Zohbi, advirtió este viernes que el régimen sirio no hará “ninguna concesión” en las negociaciones que lleva a cabo con la oposición en presencia del mediador de la ONU.

“Ni en esta ronda, ni en la próxima, ellos (los adversarios del régimen) lograrán concesión alguna de la delegación siria. No conseguirán a través de la política lo que no han obtenido por la fuerza”, dijo a manifestantes prorrégimen congregados ante la sede de la ONU en Ginebra, en el último día de la primera ronda de negociaciones.

Representantes de la oposición y del Gobierno sirios mantenían este viernes, en presencia del mediador de Naciones Unidas, la última sesión de conversaciones antes de una pausa, tras diez días en los que no se han puesto de acuerdo en prácticamente nada.

“Las múltiples sesiones de discusiones no han remediado para nada el enorme abismo que separa a las dos delegaciones tanto como el primer día”, escribió en un editorial el diario suizo Le Temps.

Este periódico lamentó que no se haya alcanzado ninguna de las “medidas de confianza” que solicitaba el mediador Lajdar Brahimi en el terreno humanitario, ni siquiera la entrada de abastecimiento en la ciudad de Homs o, como propuso el régimen, la evacuación de las mujeres y los niños.

“Ginebra II se ha parecido a un ejercicio obligado, donde cada uno sigue en la mesa sólo porque sabe que al primero que se vaya se le endosará el fracaso de la conferencia”, consideró Le Temps, que afirmó no obstante que “la oposición jugó sus cartas relativamente bien”. “Ha ganado en legitimidad y credibilidad al proyectar una imagen de unidad de la que hasta carecía”, consideró Le Temps.

“La oposición salió más bien reforzada, se puede observar que durante la conferencia ya no ha habido ninguna declaración negativa contra la delegación por parte de algunos grupos armados en Siria”, coincidió un diplomático occidental bajo condición de anonimato.

Pero la delegación gubernamental sigue negándole su legitimidad a la Coalición de Oposición, presidida por Ahmad Jarba.

“La parte del otro lado de la mesa debe ser representativa de los sirios. Fue un error por parte de Naciones Unidas invitar a los representantes de esta fracción de la oposición e ignorar las otras; debe rectificar para la próxima ronda”, consideró el viceministro sirio de Exteriores, Husam Ala, en una entrevista con Le Temps.

Por su parte, la oposición se apega a la declaración que las grandes potencias adoptaron en junio de 2012 en Ginebra I, que prevé el establecimiento de una “autoridad gubernamental con plenos poderes”, lo que supone una dimisión de Bachar Al Asad.

“Sin un claro consenso internacional para presionar al régimen de Al Asad, incluyendo a los rusos, y si es necesario el establecimiento de una coalición para aplicar esta presión, no vamos a ver muchos cambios por parte del régimen”, declaró Salman Shaij, director del Brookings Institute de Doha.

Brahimi, para quien el hecho de que los dos bandos se hayan reunido ha sido un éxito en sí mismo, anunció que esta última sesión estaba dedicada a sacar “lecciones” y a buscar cómo organizar mejor la siguiente ronda. Su fecha, previsiblemente alrededor del 10 de febrero, será anunciada este viernes.

Brahimi considera que las negociaciones han sido “un comienzo muy modesto, pero un comienzo”.

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