La otra grabadora, la de vuelo FDR (Flight Data Recorder) fue izada a la superficie el lunes, dos semanas después de la desaparición del avión que volaba de la ciudad indonesia de Surabaya a Singapur el director de la Agencia de Búsqueda y Rescate, Bambang Soelistyo. La grabadora se encontraba debajo de los restos de un ala. El jefe del ejército, general Moeldoko, se había mostrado confiado en recuperar la segunda caja negra, puesto que había sido localizada a unos 20 metros del FDR y emitía potentes señales sonoras.
Las cajas negras serán enviadas a Yakarta para ser analizadas por los laboratorios especializados.
El vuelo QZ8501 de la compañía malasia se precipitó al mar el pasado 28 de diciembre poco después de que el aparato, un Airbus 320, despegara desde Surabaya hacia Singapur. Según las autoridades indonesias, el piloto solicitó ganar altura para evitar nubes muy amenazadoras, pero la autorización del control aéreo no llegó porque había un tráfico muy importante en ese corredor de vuelo, muy frecuentado. El contacto entre el aparato y el control aéreo se perdió poco después y el primero desapareció de las pantallas de los radares.
Según un informe preliminar de la Agencia Meteorológica Indonesia, las condiciones climáticas fueron “el factor desencadenante” del accidente. El hielo (en los motores) pudo provocar la caída del avión cuando cruzaba nubes con temperaturas de entre -80 y -85º C. No obstante, algunos expertos pusieron en tela de juicio esa hipótesis por estimar que las informaciones disponibles son insuficientes para establecer con precisión las causas de la catástrofe, y es indispensable analizar los datos contenidos en las cajas negras.
Explosión por la presión
Los buzos localizaron el domingo las cajas negras a unos 30 metros de profundidad en el mar de Java, sepultadas entre los restos del fuselaje del avión. Fuertes corrientes dificultaron las operaciones.
Las cajas negras son indispensables para establecer las circunstancias exactas del drama: una grabadora contiene los diálogos en cabina entre los pilotos y con el control aéreo y la segunda los parámetros del avión (velocidad, altitud, etc.).
Los primeros elementos de la investigación a partir del examen de los restos del avión parecen indicar que el aparato se dislocó al golpear la superficie del mar, según S.B. Supriyadi, un responsable de la Agencia de Búsqueda y Rescate. “Explotó por la presión”, dijo en Pangkalan Bun, en la isla de Borneo, desde donde se organizan las operaciones de búsqueda con participación de buques estadounidenses y chinos entre otros. “La cabina estaba presurizada y antes de que la presión se pudiera ajustar, cayó… y bum. Esta explosión la oyeron testigos de la zona, agregó el responsable.
Entre las 162 personas a bordo figuraban 155 indonesios, un francés (el copiloto), un británico, tres surcoreanos, un malasio y un singapureño. Sólo se han recuperado hasta ahora 48 cuerpos y quedarían más entre los restos. No se registraron supervivientes.
AirAsia Indonesia, filial de la compañía malasia AirAsia, tiene prohibido el corredor de vuelo Surabaya-Singapur hasta la conclusión de la investigación de la catástrofe aérea, por haberlo utilizado son permiso el día del vuelo, según las autoridades indonesias.
Las autoridades indonesias suspendieron el viernes decenas de vuelos trayectos suplementarios operados por cinco aerolíneas nacionales por infracciones parecidas.
2014 ha sido un año negro para la aviación civil malasia, con la pérdida de dos aviones de la compañía nacional Malaysia Airlines (vuelo MH 370 y MH 17), a la que se suma el de AirAsia.