Majnitski explicó que el Ministerio del Interior y el Servicio de Seguridad de Ucrania han recibido la orden de encontrar a Yanukóvich y a Zajárchenko, y llevarlos ante la Justicia para su procesamiento penal.
En particular, el depuesto presidente, quien fue destituido el pasado 22 de febrero por la Rada Suprema (Parlamento) por dejación de funciones, es acusado de asesinato masivo por el uso de la fuerza por parte de los efectivos policiales contra los manifestantes.
Las nuevas autoridades ucranianas estiman en más de cien los muertos y en unos dos mil los heridos en los disturbios de la pasada semana en la capital, de los cuáles medio millar sigue actualmente en estado grave.
Previamente, el Parlamento ucraniano pidió al Tribunal Internacional de La Haya que procese a Yanukóvich y a otros antiguos altos cargos por crímenes contra la Humanidad.
El ministro del Interior interino, Arsén Avákov, reconoció hoy que las autoridades no han buscado activamente a Yanukóvich en la península de Crimea, de mayoría rusoparlante, por miedo a provocar allí el estallido de un conflicto.
Algunas fuentes apuntan que el derrocado mandatario se encuentra en el territorio de la base naval rusa en el puerto ucraniano de Sebastopol (Crimea).
A su vez, el jefe del comité de Relaciones Exteriores de la Duma o Cámara de diputados de Rusia, Mijaíl Marguélov, negó que Yanukóvich se encuentre en territorio ruso.
“Sé con seguridad que Yanukóvich no está en Rusia. Y, en mi modesta opinión, Rusia no le concedería asilo”, aseveró, y descartó que Moscú se proponga romper las relaciones bilaterales con Ucrania.
Las nuevas autoridades ucranianas también han advertido en contra de la concesión de asilo a Yanukovich a la vecina Bielorrusia, donde se exilió en el 2010 el derrocado presidente de Kirguizistán, Kurmanbek Bakíev.