HAGAMOS LA DIFERENCIA

Alternativas productivas

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En el artículo publicado recientemente, “¿Dádivas o Salarios?”, expresaba lo contraproducente de la propuesta de los “salarios diferenciados” solicitados por cuatro alcaldes del país. El lector me escribió lo siguiente: —Interesante su tesis; pero, qué les puede proponer a cambio, a estos cuatro alcaldes que buscan salir del hambre?—.

Considero que las municipalidades, por ser instituciones autónomas, y sobre todo, por la responsabilidad de conducir el desarrollo de sus pobladores, están obligadas a establecer condiciones para: a) realizar proyectos productivos intensivos, como: hidroponía, aeroponía, cultivos bajo invernadero, actividades artesanales nativas. b) Capacitar local e intensivamente para atraer industrias con más capacidad de pago y no las que actualmente se están tratando de incentivar, que condicionan su llegada a ciertos municipios a cambio de mano de obra barata. c) realizar proyectos de energía: hidráulica, solar, eólica, geotérmica, dependiendo de las condiciones del lugar, pues el nuestro es un país con condiciones de producción de energía renovables diversas según la posición geográfica que se tenga, para ello es necesario concientizar a las comunidades de los beneficios que pueden traerle, para que no se opongan a los mismos, sino más bien que sepan negociar las condiciones en que deben realizarse, o mejor aún que sean las propias comunidades organizadas quienes emprendan estos proyectos. d) Aprovechar la biodiversidad de sus territorios al hacer uso de los recursos fitogenéticos y zoogenéticos en los usos tradicionales que las comunidades conocen para alimentación, medicina, industria. e) Incentivar la producción en huertos familiares, como solía hacerse en el pasado y que las familias produzcan en sus propios patios, paredes y techos, alimentos para apoyar la canasta básica alimentaria. f) Fomentar el almacenamiento de las aguas de lluvias, el aprovechamiento del agua existente y la no contaminación de las fuentes de agua de las comunidades. g) capacitar a las personas para que hagan un buen manejo de su basura y producir con ello abono orgánico, productos reciclados, gas metano para cocinar. h) como se hace en muchas comunidades, promover el uso de bicicletas para transporte, construyendo ciclovías para movilizarse en los centros poblados principales.

En lugar de los “salarios diferenciados” debe promoverse el incentivo de “salarios por productividad”, con reglas claras para pagar por unidad producida, para fomentar la competitividad y permitir la obtención de salarios inclusive por encima de los mínimos, pero produciendo más. En esto es imprescindible cumplir con lo pactado, pues muchas veces este tipo de salario no funciona, debido a que los patronos, cuando ven que se están devengando altos salarios, disminuyen el pago por unidad producida.

Las municipalidades deben comprender que hacer proyectos cosméticos y/o recreativos con fines electoreros no trae desarrollo. Es más importante invertir los recursos en crear las condiciones para proyectos que generen desarrollo, lo que se convertirá en una espiral de ingresos que permitirá en el futuro realizar esos proyectos cosméticos y recreativos, pero de manera sustentable. Reglas claras, infraestructura productiva, organización comunitaria, entre otros, pueden contribuir a ello.

Como lo han hecho algunos municipios, proveer acceso a internet de manera libre y por medio de ello proveer educación, capacitación, instrucciones de urbanidad, principios y valores.

samreygo@yahoo.com

ESCRITO POR:

Samuel Reyes Gómez

Doctor en Ciencias de la Investigación. Ingeniero agrónomo. Perito agrónomo. Docente universitario. Especialista en análisis de datos, proyectos, educación digital. Cristiano evangélico.