CABLE A TIERRA

Filgua crea un espacio positivo en la sociedad

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Luego de casi tres años de estar inmersos en la pandemia, nuevamente tenemos Filgua presencial este 2022: la ubican en Forum Majadas, zona 11, del 24 de noviembre al 4 de diciembre. No olvide sus medidas de protección individual (mascarilla, distancia e higiene) y con espacios ventilados, la Filgua ofrece una amplia gama de actividades culturales para adultos, jóvenes, niños y niñas.

Me dio mucho gusto saber que la licenciada Irene Piedra Santa es la homenajeada de la XIX edición de la Filgua. He sido ferviente usuaria de los libros que produce la editorial Piedra Santa, pues han abierto la posibilidad de que niños, niñas y jóvenes accedan a la maravillosa literatura clásica y también a literatura guatemalteca de autores como Pepe Milla, Virgilio Rodríguez Macal y Humberto A´kabal, por citar algunos que recuerdo con especial aprecio.

La editorial se conoce también por su énfasis en textos escolares: muchos de los libros de ciencias sociales que se emplean en los colegios han sido producto del trabajo tesonero de Irene y su equipo, donde su formación como socióloga y su pasión por la literatura infantil y juvenil han hecho maravillas para que las nuevas generaciones puedan contar con mínima información y conocimiento sobre los hechos y realidades de nuestro país, en formatos más digeribles para su edad y etapa formativa. En ese marco tuve el honor de conversar con ella en un par de ocasiones sobre sus textos de ciencias sociales y filosofía, y compartir modestos comentarios respecto de cómo estos eran usados por mis hijos en el colegio donde tuvieron el privilegio de educarse. Por otra parte, la incursión de la editorial en el mundo de la tecnología aplicada a la educación muestra la adaptabilidad de este sector a las nuevas tendencias, empleando herramientas que mostraron su gran importancia durante la pandemia, y que, para el infortunio de varias generaciones de escolares guatemaltecos, falta mucho para que sea una práctica aplicada regularmente en el sistema público escolar.

' Irene Piedrasanta: leer para educar.

Karin Slowing

Reconocer los aportes de intelectuales como Irene y por su vía, los de la editorial y de su equipo de trabajo, es una de las múltiples contribuciones que hace la Filgua año tras año. Crea un espacio positivo en la sociedad, donde por unos días estamos expuestos a conocer de primera mano la enorme capacidad y talento de guatemaltecos y guatemaltecas que han hecho del trabajo intelectual, de las letras y de la producción editorial su propósito de vida. Es un hecho heroico, en un contexto como este que le tiene tantísima adversidad al cultivo de la inteligencia y del pensamiento independiente que se nutre de la exposición y uso de los libros, y del acceso ilimitado al conocimiento que se puede tener hoy en día.

Tristemente, el temor al “ser humano pensante” es una de las razones por las cuales se ha querido sabotear la Filgua. Las dictaduras contemporáneas, con fachada seudodemocrática, al igual que las de antes, se sostienen manteniendo al pueblo con hambre, alejado del conocimiento y de las aulas; embobado por la superficialidad, el consumismo y el fanatismo que solo lleva al odio por el diferente. Frente a esto, la Filgua nos da la opción de acercarnos también a una gama de literatos internacionales invitados, a la cultura y escritores del país homenajeado en cada edición, este año, Corea del Sur, que tiene una larga y fascinante tradición literaria y cultural que acá solemos tener poca oportunidad de conocer. Por medio de la Filgua podemos apoyar también a esos valientes empresarios nacionales, las editoriales, y a los que producen sus propios libros, para que sigan adelante, abriendo con sus letras, mundos nuevos para nosotros.

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