Cooperación Sur-Sur
La Cooperación Sur-Sur (CSS) se define como “las acciones realizadas entre países de símil nivel de desarrollo, abarcando un amplio espectro de colaboraciones entre países en desarrollo, tanto político como técnico y económico. Sus principios son: horizontalidad, consenso y equidad” (Segeplán, 2013).
Empero, antes de analizar a la CSS, según Segeplán durante el período 2008-2012, la AOD se ha reducido en 0.5% respecto del PIB, teniendo un mayor impacto en lo presupuestado, ya que su reducción pasó de 6% a 3.4% —recorte de US$352 millones a US$261 millones—, contraviniendo los compromisos de la Declaración de París y de otros Foros de Alto Nivel, acentuando el neorrealismo político basado en la asimetría, enquistando relaciones de dependencia y defenestrando las prácticas de rendición de cuentas en un país que continúa siendo un náufrago tropical sin brújula.
El II Informe de la Cooperación Internacional afirma que para 2011-2012, tres cooperantes —Estados Unidos 47.2%, Taiwán 14%, y España 9.2%— desembolsaron el 70.4% del total de cooperación —US$ 199.2 millones—.
En cuanto a la CSS, es lamentable que no existan datos cuantificables sobre esta nueva tendencia internacional, pues solamente se tienen documentadas 67 acciones bilaterales —México y Colombia, a la cabeza— en sectores como el agropecuario, industria y comercio; y donde la cooperación es no reembolsable en capacitaciones, becas y otras actividades de administración, pero la incidencia sociopolítica hacia proyectos de desarrollo aún es muy débil y condicionada.
Por ello es importante reflexionar sobre las siguientes cuestiones: ¿cuáles son los miedos de Guatemala para afianzar la CSS y ser más agresivos en la gestión política? ¿Cómo hacer que la CSS trascienda de la inversión en industria extractiva hacia el medioambiente, ciencia y tecnología, seguridad y defensa? ¿Por qué Brasil no figura como un aliado estratégico de Guatemala en la conformación de alianzas políticas, militares y geoeconómicas? ¿Qué paradigma busca revolucionar la CSS en un mundo multipolar?
No obstante, la CSS padece los vicios de los cooperantes del Norte, pues ante la voracidad de la acumulación de capital global —para mantenerse en el segundo mundo o ser parte de los Brocs—, sus prioridades son de corte económico-productivo, en detrimento del desarrollo sostenible.
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