Devuélvannoslas
El líder de ese grupo, Aboubakau Shekau, anunció desde el primer momento que las jóvenes serían vendidas como esclavas porque la “sharia” o ley islámica debía hacerse cumplir: las niñas y las jóvenes han de dejar la escuela y casarse. Parece que lo ha empezado a cumplir y algunas ya fueron vendidas a doce dólares en Chad y Camerún en calidad de esclavas o para ser esposas a la fuerza. Y lo que parece un total contrasentido, es no solo que el presidente de Nigeria haya sido hasta ahora incapaz de resolver este enorme problema, sino que además, con sistemas de espionaje tan sofisticados por todo el mundo, nadie haya dado con la pista de esas niñas.
Una campaña internacional ha sido impulsada por la directora norteamericana de cine Ramaa Mosley: https://www.facebook.com/bringbackourgirls y en Twitter: https://twitter.com/rescueourgirls). Desde ella se cuentan los días que llevan desaparecidas las niñas, se exige el fin de la violencia y se pide protección para todas las niñas y adolescentes de Nigeria. También pide apoyo para exigir que se respete el derecho a la educación que tienen las niñas y adolescentes. (http://takeaction.amnestyusa.org/siteapps/advocacy/ActionItem.aspx?c=6oJCLQPAJiJUG&b=6645049&aid=520844&msource=WPF14NIGIRL).
La campaña se llama #Bring Back Our Girls! ( #Devuélvannos a nuestras niñas!) (Y para quienes se enfocan más en la forma que en el contenido, devuélvannos lleva doble ene porque es plural). Siempre es bueno que un problema específico nos ponga frente a una realidad que tiene de rodillas a tantas niñas y adolescentes en todo el planeta. Pero son ellas, siempre ellas, las que tienen que cruzar el horror, para servir de territorio donde se quiere enseñar al “enemigo” cómo hacer las cosas. Sucede en Nigeria, pero queremos que nos devuelvan a esas adolescentes, y también a las de Guatemala, Tailandia o Yemén.
Si en el siglo XXI se les sigue negando educación a quienes constituyen la mitad o más de cada sociedad, estamos negando la posibilidad de llamarnos civilización. En Guatemala, todavía las cifras revelan que si los padres han de escoger quiénes van a la escuela, son los hijos hombres los designados para entrar a la escuela y terminar sus estudios. Queremos de vuelta a las niñas y adolescentes del mundo, para que estudien, para que sean doctoras, madres o futbolistas, pero con opción a elegir y crecer. Las queremos de vuelta más allá de una campaña de medios, porque si la energía que ponemos en esta campaña fuera puesta para prevenir lo sucedido, no estarían secuestradas. Devuélvannoslas, porque en Nigeria como en Guatemala queremos que los derechos humanos estén sobre las leyes de los hombres; porque queremos que las mujeres se despierten cada mañana queriendo ser mujeres y no objeto de intercambio en las manos de grupos violentos soportados por gobiernos cómplices.