Durante años los guatemaltecos hemos visto desfilar sucesivamente presidentes corruptos, que cada cuatro años salen del puesto impunes, millonarios y riéndose de la población, habiendo dejado a nuestro país en la ruina total. En cada etapa nefasta el pueblo acumuló una terrible sed de justicia, que hoy nos llevó a una resistencia pacífica, que está dando sus frutos y haciendo realidad el sueño dorado de la población digna y honesta de Guatemala. El sueño materializado de ver cómo es sometido a juicio un presidente corrupto se hizo realidad, y aunque la justicia a veces tarda, siempre llega.

Fue de alegría nacional enterarnos de la “digna” autorización unánime del pleno de magistrados de la Corte Suprema de Justicia, para que pase al Congreso la solicitud de antejuicio contra el presidente Otto Pérez, presentada por el diputado Amílcar Pop. Este dictamen habla muy bien de esa honorable corte.

Una decisión judicial de esta índole es una luz de esperanza al final del túnel. Será el Congreso quien deberá dar continuidad al proceso en curso. Integrando por sorteo una comisión pesquisidora, para entregar el informe. Ahora la ciudadanía debe dirigir las protestas al Legislativo y presionar a este gremio para que actúen con absoluta imparcialidad y ética. Pero, siendo realistas y por la forma inmoral como los diputados han actuado hasta ahora, seguro le cuidarán las espaldas al presidente y buscarán un subterfugio legal para beneficiarlo. Prueba de ello es que en la conferencia de prensa de ayer, el mandatario se mostró muy seguro de sí mismo y repitiendo su terco argumento.

Lo que debe considerar el presidente es su corresponsabilidad por línea de mando, en actos de corrupción cometidos por funcionarios de su gabinete. Y este proceso, le guste o no, es consecuencia de sus irresponsables decisiones, por lo que no puede lavarse las manos.

Si el Congreso cumple con el pueblo como debe ser y recomienda el antejuicio, debe ser aprobado por las dos terceras partes del número de diputados. Si tuvieran voluntad política podrían acelerar los procesos, y ganarse la voluntad de la gente. Pero muchos aseveran que al Líder (partido con mayor número de diputados) le conviene proteger a Pérez y que termine su período, para que las elecciones sigan viento en popa y sin cambios por ahora. Lo interesante sería que el resto de partidos se uniera en un solo frente para contrarrestar las perversas intenciones de este grupo.

Si el mandatario va a juicio como cualquier ciudadano de a pie, le espera la peor pesadilla de su vida, a él y a sus allegados, tendrá que ponerse en manos de la justicia y someterse a lo que dictaminen los tribunales pertinentes. Como él mismo lo ha dicho hasta la saciedad, dice ser respetuoso de las instancias, veremos si es cierto, cuando llegue el momento. Lo mejor que podría hacer Pérez, es seguir los pasos de su heroína Roxana Baldetti y renunciar, tal vez sus flamantes asesores legales lo sacan adelante, ya que a la velocidad que están desarrollándose las circunstancias actuales, más vale pájaro volando, que ciento en mano.

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