Guerra psicológica
El primer paso fue atacar la institucionalidad y calidad moral de la fiscal general con el supuesto de que sus familiares fueron guerrilleros y ella no busca la justicia sino una venganza ideológica. La segunda acción trata de negar que haya habido genocidio y arrasamiento de aldeas por parte del Ejército.
LA TERCERA FASE de esa campaña fue introducir nombres de supuestos insurgentes que habrían secuestrado, torturado y asesinado a diplomáticos extranjeros durante el conflicto armado. Esta etapa tendría el fin de señalar a personas de haber militado en la guerrilla, sin que existan pruebas fehacientes, y recordarle a la comunidad internacional que en Guatemala murieron diplomáticos a manos de la insurgencia, por lo cual no debe apoyar a los grupos que exigen justicia, porque estarían manchados con sangre.
EN ESA LISTA SE MEZCLAN en forma incoherente a antiguos guerrilleros con personas de izquierda que no tuvieron ninguna implicación en acciones armadas. Así, por ejemplo, el señor Theodore Michael Plocharsky menciona, entre otros, a la periodista y activista humanitaria Iduvina Hernández, que en los años ochenta salió al exilio para evitar que la secuestraran por haber sido dirigente estudiantil. Se menciona a Marielos Monzón, una periodista que ni siquiera había nacido cuando ocurrieron los crímenes contra los diplomáticos mencionados y cuyo padre fue asesinado a balazos por los escuadrones de la muerte. Otro tanto ocurre con el exsindicalista Miguel Ángel Albizures, recién electo presidente de la Asociación de Periodistas de Guatemala, y quien también tuvo que salir al exilio en los años setenta para evitar que lo mataran por su labor en la Central Nacional de Trabajadores.
¿POR QUÉ LOS INVOLUCRAN en acciones armadas cuando en realidad fueron víctimas de la lucha contrainsurgente? Muy sencillo, la denuncia de Plocharsky formaría parte de esa guerra psicológica que busca crear confusión y temor para que las cosas queden como estaban antes y no se toque a los militares involucrados en actos criminales. Ese es el juego de los agentes que tratan de que continúe la impunidad en el país. Por ello considero que no es con estas acciones como se logrará borrar las atrocidades ocurridas durante el conflicto armado. Los fantasmas del pasado creen que aún pueden manipular la conciencia colectiva como lo hicieron en el pasado, lo cual afortunadamente ya no ocurrirá más.