Un héroe en Zacapa

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Sin embargo, al día de hoy quizás la guinda del pastel se la lleva un héroe que transforma vidas. Se trata de un misionero zacapaneco con el nombre de Carlos Vargas, quien partió a los 16 años a Estados Unidos sin un centavo, ni papeles. Carlos venía de la extrema pobreza y logró ser un empresario exitoso. Después de una treintena de años ha regresado a Guatemala a devolver amor con el proyecto Esperanza de Vida.

Carlos Vargas se levanta a las tres de la madrugada para estar listo una hora más tarde al frente de su gran proyecto humanitario. Ha establecido tres convoys que suben a las montañas en los alrededores en búsqueda de infantes con alto grado de desnutrición crónica o niños maltratados que están al borde de la muerte. Para llegar a ellos a veces debe ir a pie o en lancha cruzando ríos, o utilizando vehículos especiales de doble tracción. Si llega a tiempo a rescatarles, se da por dichoso, y aunque la recuperación sea difícil, no escatima ningún esfuerzo por lograrlo. A veces se trata de bebés que han sido abandonados en algún basurero o golpeados y maltratados por los propios padres, o ya bien se trata de niños abusados. Recientemente encontraron a una niña de 14 años que tan solo pesaba ¡21 libras! Hoy ya pesa 40 libras más. Sin embargo, muchas veces los estragos que ha hecho la desnutrición crónica son irreversibles, pero en Esperanza de Vida todos los niños son tratados con amor. Por todo esto escribo este artículo en vísperas de la Navidad y el Año Nuevo, esperando despertar conciencias y que tomemos ejemplo para cambiar el panorama de desolación por uno de esperanza.

Como si fuera poco, Vargas ha instalado varios comedores para alimentar diariamente a 20,000 infantes y la condición para recibir a niños en extrema pobreza es que asistan a la escuela y lo comprueben con su boleta de asistencia.

Vargas busca erradicar la desnutrición crónica en el 50% de la población de niños menores con apoyo nacional e internacional y ha logrado que personas extranjeras dejen la comodidad de sus hogares para venir a Guatemala a donar su tiempo por la recuperación de estos niños. Tal es el caso del canadiense Jeff Williams, propietario de la empresa Absolute Results, quien recién ayudó a construir 15 bellísimas casas para los niños huérfanos del proyecto y sus 120 empleados están llegando por turnos cada semana a servir de voluntarios.

El proyecto es fuera de serie, ya que vela por los niños desde la cuna hasta que se convierten en profesionales. Conocí a un joven arquitecto y a otro fotógrafo y diseñador gráfico que fueron rescatados de recién nacidos. Son historias reales, positivas y conmovedoras que nos hacen llorar quizás de felicidad. Celebremos cada día como si fuese Navidad, cambiando vidas. ¡Feliz Navidad!

vidamordepaz@yahoo.com

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