Konojel

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Este pueblo bello está asentado en las orillas del Lago de Atitlán, Sololá. Sin embargo, la calidad de vida de la mayoría de sus habitantes, como la de muchas familias que viven alrededor de ese lago majestuoso, se encuentran en la pobreza y pobreza extrema. Un solo indicador lo confirma: de cada 10 niños, siete son desnutridos.

Benjamín es un amigo que vive en San Marcos La Laguna desde hace 20 años. Es un empresario chapín, culto y exitoso que admira la cultura maya. Conversé con él para que me contara sobre el proyecto social que inició en septiembre de este año en San Marcos.

Benjamín fundó, con el apoyo de amigos extranjeros, el Centro de Nutrición Konojel. Konojel significa en kakchiquel “todos juntos.” Para Benjamín el objetivo principal del programa es unir a la comunidad de San Marcos para que “todos juntos” ayuden a quienes más lo necesiten.

En Konojel se entregan diariamente almuerzos nutritivos a más de 50 personas con problemas de malnutrición: entre ellas madres embarazadas, madres lactantes, niños y ancianos, porque “los viejitos” son el sector más abandonado en la comunidad.

Cocinar, para Benjamín, no es un problema. Él mismo ha instruido a cuatro señoras que trabajan para preparar los almuerzos. El menú de un día como hoy sería: arroz con chipilín, garbanzos con protemás, tortillas enriquecidas con polvo de ramón, fresco de chan y un aguacate. Los beneficiados llevan un leño como contribución para la estufa mejorada donde preparan los alimentos.

El programa contempla metas como las siguientes: 1. Recuperar el conocimiento de la dieta nutritiva del maya antiguo, que utilizaba productos locales y de la estación, entre ellas diversas clases de yerbas y raíces como el chan, el ujuxte y el amaranto, de alto valor proteínico. 2. Educar a las familias sobre la importancia de una dieta balanceada, integrando el conocimiento de la dieta ancestral. 3. Crear junto con las autoridades municipales, hortalizas orgánicas comunitarias. Konojel considera que puede ser un modelo de sustentabilidad alimentaria para otras comunidades en Sololá.

La historia de Konojel me recordó un pensamiento que puede guiar nuestros pasos en el año 2012. Dice así: “Un ser humano que posee un profundo sentido de continuidad, no es el que se mira a sí mismo como un ser destinado a desaparecer en pocos años, sino como parte de una gran procesión humana, que recibió ayuda por quienes le antecedieron y en su momento se siente responsable de brindar ayuda y coraje a quienes le seguirán”.

Si desea más información sobre Konojel entre a: www.konojel.com ¡Feliz Año!

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