Manejo del conflicto

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Un conflicto puede ser una fuerza positiva o negativa, dependiendo de cómo lo manejemos.

Este adiestramiento no se recibe en las aulas, sino en el hogar, allí donde nos conocen tal como somos. Por medio de la relación familiar es formado nuestro carácter, especialmente en el manejo de las emociones. De hecho, los buenos líderes se forman en casa.

¿Cómo se aprende a solucionar los conflictos? En primer lugar, entendiendo la naturaleza y causa del problema. Las Escrituras indican que las guerras y peleas entre nosotros surgen de nuestras pasiones, palabra que viene del griego hedone, donde se deriva la palabra hedonismo, doctrina que proclama el placer como fin supremo de la vida. Por lo tanto, los problemas en las relaciones son causados por aquello que anhelamos apasionadamente buscando nuestra propia satisfacción, sin importar el daño que cause a los demás.

En segundo lugar, se necesita tener control de sí mismo, capacidad de diálogo, saber escuchar y lograr consensos, enfocándonos primordialmente en las causas. El problema no es la persona, sino una situación específica que genera malestar. Estudios realizados confirman que la mayoría de conflictos, especialmente los más serios, tienen que ver con los intereses que se persiguen y no únicamente con problemas de personalidad.

Las tensiones en las relaciones son inevitables, forman parte de la interacción humana. Es válido tener criterios y percepciones distintas acerca de un asunto particular, lo que no es válido es pretender imponer a la fuerza las propias opiniones, motivado por intereses egoístas. Un conflicto no resuelto o mal afrontado provoca descontento, rebeldía y finalmente rompimiento de relaciones.

La mayoría de veces lo que hace falta es una dosis de humildad, de reconocer que fallamos al buscar nuestro propio interés. Necesitamos sabiduría divina, pues ella es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.
Seamos pacificadores, brindemos soluciones en lugar de crear problemas, busquemos siempre edificar la vida de los demás. La paz trae armonía y justicia, y solo se puede alcanzar cuando estamos en paz con Dios.

platiquemos@familiasenpaz.com

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