Más sobre la quema

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Acto seguido,  el gobierno de Álvaro Arzú, a través de su canciller Eduardo Stein, oficialmente y  públicamente pidió disculpas al Gobierno de España,  por la dolorosa tragedia de la Embajada de España  y como si fuera poco,  condecoró y aceptó como embajador de España en Guatemala a Juan Pablo de la Iglesia, cuñado de Máximo Cajal y López”. Fin de la cita.

 No se saben los montos exactos que fueron pagados a los familiares de los  funcionarios de la Embajada. No hay récord público de tal transacción. Por testimonios de testigos, se sabe que ambos gobiernos iniciaron pláticas en Venezuela en tiempos de Mejía Víctores y culminaron con el pago de las indemnizaciones en el gobierno de Vinicio Cerezo, tomándolo de los confidenciales.

 Tampoco es justo que valiosos testimonios de testigos claves no se hayan incorporado a la memoria del esclarecimiento histórico para desvirtuar las versiones sesgadas de la  guerrilla y el diplomático. La acción primaria que detonó todo el incidente fue la alevosa planificación de la toma. Y eso recae en el embajador y el grupo armado.

El día de ayer recibí este testimonio: “He leído con sumo interés sus comentarios sobre el lamentable incidente de la Embajada de España.   He notado dos cosas que no se mencionan y que creo son de mucha importancia para comprender lo que sucedió en ese lugar.

En el año del suceso, yo era profesor en la Facultad de Odontología de la Universidad de San Carlos de Guatemala y fui testigo de lo siguiente: El jueves 30  por la mañana vi cuando estudiantes ingresaban a la sede de la AEM (Asociación de Estudiantes de Medicina) edificio M1, varias cajas de botellas llenas de gasolina tapadas con trapos, preparadas para bombas molotov.  Los pasillos del primer piso estaban ocupados por un numeroso grupo de campesinos en trajes indígenas, pero entre ellos, también con trajes indígenas había no recuerdo bien si dos o cuatro mujeres jóvenes de apariencia europea (rubias, blancas) y que al hablar lo hacían con acento español.  

 El viernes 31 de enero, a las 7.30 de la mañana, el grupo de indígenas había abandonado los pasillos del M3. Dejaron mucha basura y hasta deposiciones fecales en dos salones de clases.

Alrededor del medio día del viernes pudimos ver en las noticias de la televisión los reportajes de la toma e incendio de la Embajada de España. Los dos hechos que he notado que nadie menciona son: 1.       Las bombas molotov que llevaban los campesinos les fueron dadas por miembros del Frente Estudiantil Robin García, en la sede  de la AEM. 2.       ¿Quiénes eran las extranjeras que acompañaban al grupo? ¿Murieron ellas también en el incendio de la Embajada?  ¿Qué hacían en el grupo?”. atentamente,  Dr. Bernal Herrera Monteagudo. Fin de la cita.

alfredkalt@gmail.com

ESCRITO POR:

Alfred Kaltschmitt

Licenciado en Periodismo, Ph.D. en Investigación Social. Ha sido columnista de Prensa Libre por 28 años. Ha dirigido varios medios radiales y televisivos. Decano fundador de la Universidad Panamericana.