ESCENARIO DE VIDA

El Caribe guatemalteco peligra

Si no han visitado el Refugio de Vida Silvestre Punta de Manabique, en Izabal, háganlo, pues encontrarán una belleza escénica incomparable, con playas de arena blanca del mar Caribe, palmeras, manglares y bosques latifoliados, esteros, pastos marinos, arrecifes de coral, ríos, lagunas y lagunetas. No hay persona que al visitarlo no suspire al ver este paraíso de exuberancia sin par. Allí albergan tortugas, camarones, caracoles, peces de arrecife y peces de importancia para la pesca artesanal y de subsistencia. Y si son amantes de la naturaleza, se emocionarán al encontrar tigrillos, manatíes, jaguares, tapires, tepezcuintles y especies de aves residentes, estacionarias y migratorias.

Sin embargo, este paraíso está en peligro y por ello llegué a constatar la destrucción de la que está siendo objeto. Al hacer un sobrevuelo tuve sentimientos encontrados. Triste al ver grandes extensiones de manglar destruidos, pero esperanzada al ver que aún nos quedan muchas hectáreas por proteger. No obstante, por el avance de la frontera ganadera, por la falta de certeza jurídica en la tenencia de la tierra y por la ingobernabilidad, esta región será completamente arrasada en poco tiempo.

La deforestación en Punta de Manabique ha llegado a 45 hectáreas (una caballería) y parece que los planes de los deforestadores es continuar con el avance de la frontera ganadera abriendo un quinel que atraviese la punta de extremo del mar al otro extremo. Con ello, estarán salinizando los suelos hasta quedar inservibles y aperturando terribles consecuencias como la inundación de toda la península e incrementando la vulnerabilidad de las poblaciones cuando vengan los huracanes y tormentas con mayor fuerza e intensidad por el cambio climático. Sin manglares, que son nuestras barreras de contención, la destrucción puede llegar a cobrar vidas humanas de proporciones exponenciales.

Cuando fue Declarada Refugio de Vida Silvestre Punta de Manabique, contaba con el 70% del mangle, mas hoy solo queda el 40%. ¿Cuánto quedará para el año 2020? Tal vez nada, si no ponemos un alto a la deforestación. Para hacerlo debemos contar con un juzgado especial de temas ambientales en la región y jueces que no se “vendan” para que las denuncias se hagan efectivas. Debe haber cárcel sin medidas sustitutivas para quienes deforesten, trafiquen con especies en peligro de extinción y alteren la naturaleza en las áreas protegidas. Debe haber voluntad política de los gobernantes y un presupuesto adecuado para el Conap. Deben actuar sin demora tanto el Gobierno central como el Congreso de la República, la PNC, el MP, Derechos Humanos, los ministerios de Ambiente y Recursos Naturales, Defensa y los alcaldes y gobernadores. Juntos deben desmantelar estas actividades ilícitas, o nuestro paraíso será pronto convertido en puro fango. Debe haber presencia del Ejército, para detener la locomoción de retroexcavadoras para que no siga la destrucción.

Además, las 8,000 personas que viven en la región estarán en riesgo si dejan de contar con el recurso de pesca que les da de comer. Tanto el turismo comunitario, hoteles, restaurantes y servicios de lanchas, guías y tour-operadores pueden verse afectados, al igual que propietarios privados de casas de descanso.

Después de la visita de algunos diputados a Punta de Manabique, tengo la esperanza de que estén ahora concienciados para accionar urgentemente a favor de este refugio o lo perderemos. Vea por Guatevisión “Los secretos mejor guardados”, sábados, 20.00 y domingos 15.00 horas.

vidamordepaz@yahoo.com

ESCRITO POR:

ARCHIVADO EN: