SI ME PERMITE

El nuevo continente también está envejeciendo

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“Los errores poseen su valor, aunque solo en alguna ocasión. No todo el mundo que viaja a la India descubre América”. Erich Kästner

En esta fecha, cuando se tiene la celebración del Día de las Américas, es bueno tomar unos minutos para pensar como habitantes de este continente cómo percibimos nuestra identidad y cuál es el cuidado que tenemos para nuestro continente.

No es extraño para nadie que muchos que viven en nuestro territorio siguen siendo simples migrantes, recordando de dónde han venido y lo que han dejado atrás, pero también no falta quienes, habiendo nacido en esta parte del mundo, están soñando poder llegar al Viejo Mundo para probar suerte.

Debemos ser simplemente realistas de que nuestro continente tiene todo lo que se puede pedir, sea en su atractivo físico como también en su clima. Claro que deberá cuidarse, para no perder la riqueza que tiene, y cuando pone todo su empeño y todo su esfuerzo con el trabajo y la dedicación, puede cosechar lo máximo que el viejo continente difícilmente lograría.

La historia nos recuerda que los extranjeros que llegaron aquí lo hicieron de una manera accidental, pero cuando ellos llegaron, este continente estaba poblado, y si bien no se había publicado, tenía su historia y su identidad propia, sobre la cual los migrantes hicieron su vida y alcanzaron sus sueños.

No se puede negar que la amalgama que resultó de ese encuentro y el tiempo que transcurrió ha elaborado un mosaico humano digno de admiración, por eso mismo muchos del Viejo Continente vienen a visitarnos y a observar así las historias del pasado, pero también la realidad presente que su gente y su modo de vida presentan.

La realidad descrita nos invita primeramente a conocer mejor que nadie nuestra realidad pasada y también la presente para pensar y luego poder proyectar un futuro realista que nos permita tener un papel protagónico en el concierto mundial y las particularidades de cada región.

Debemos entender que este continente tiene mucho todavía por descubrir, no tanto en su geografía, pero sí en la riqueza que su gente tiene, para empezar a conocerlo y luego saber cómo comunicarlo a los muchos que nos vienen a visitar.

El continente americano tiene una gran riqueza, no en sus ruinas, sino en su gente y el porvenir, con las nuevas generaciones que se están formando en estos territorios benditos de Dios.

Es frecuente escuchar a los visitantes que nos vienen a explicar sobre nuestro territorio y lo que nosotros tenemos y no es de rechazar lo que ellos tienen que decir. Lo importante es que nosotros tomemos la iniciativa de estudiar, investigar y conocer lo nuestro para ser lo más expertos para entender lo que tenemos y lo que somos, a fin de poder ser los que tomemos la palabra para describir lo nuestro.

La facilidad de poder describir lo que se tiene nace en el hecho de que aceptamos lo que tenemos, lo cuidamos y lo compartimos también con los que nos rodean.

El valor agregado de nuestro continente americano está en su diversidad y en la manera como esta armoniza con el todo.

Aun en nuestra Guatemala está una muestra de esto, porque no se tiene que viajar demasiado para ver cómo cambia la naturaleza física, pero también las costumbres de nuestra gente, incluso en el idioma en que se comunican entre sí y también con los demás.

samuel.berberian@gmail.com

ESCRITO POR:

Samuel Berberián

Doctor en Religiones de la Newport University, California. Fundador del Instituto Federico Crowe. Presidente de Fundación Doulos. Fue decano de la Facultad de Teología de las universidades Mariano Gálvez y Panamericana.