IDEAS

¿Es una estafa el bitcóin?

El bitcóin es algo tan remoto y oscuro para muchos que  se van con la finta de que es una estafa, una pirámide ponzi o algo similar, en lugar de interesarse en conocer más al respecto para tomar una decisión informada. Si lo hicieran, se percatarían de la trascendencia que tendrán sobre la humanidad los conceptos y tecnologías en las que está basado. Aunque usted no lo crea o entienda, este puede ser el experimento social más importante de la actualidad.

Por considerarlo así de importante, fue que esta semana en Libertópolis organizamos la LiberCon de Bitcoin, que fue un seminario muy completo en el que quienes asistimos pudimos tener un panorama a vuelo de pájaro de este nuevo mundo, para figurativamente poder separar la paja del trigo.

El bitcóin es el primer intento exitoso —porque hubo otros antes, que fracasaron— de crear una moneda digital. Está basado en un ensayo publicado hace apenas 10 años por un enigmático personaje, Satoshi Nakamoto —que nadie sabe quién es—, en el que se combinan dos tecnologías fundamentales, la codificación de datos y un “libro de cuentas descentralizado” denominado BlockChain —cadena de bloques—. Juntas, estas tecnologías son la base de un sistema monetario distribuido globalmente, descentralizado y sin una autoridad central que lo “gobierne” que promete la posibilidad de escapar de las decisiones empobrecedoras de funcionarios y burócratas.

El BlockChain de Bitcoin —su libro contable de acceso público— está copiado actualmente en más de 50 mil computadoras a nivel global lo que —aunado a los protocolos de verificación de la información en él grabada— hacen que sea virtualmente imposible realizar modificaciones fraudulentas en las cuentas y lo que se graba en el BlockChain queda registrado a perpetuidad.

Otro elemento importante dentro de las especificaciones del bitcóin es la cantidad limitada de emisión que restringe la misma a un número máximo de 21 millones de unidades. Esta es una de las características que la diferencian de las monedas emitidas por los bancos centrales del mundo, donde sus funcionarios constantemente están incrementando la cantidad de moneda emitida con pocas o ninguna restricción.

Todos estos elementos se han reunido para ofrecer el potencial de una moneda que puede ser utilizada por cualquier persona y que no está sujeta a las decisiones arbitrarias de algún burócrata. Poco a poco se ha ido extendiendo su uso y aceptación, primero entre los techies, pero llegando cada vez más a un público más extendido y heterogéneo. Esa mayor demanda ha incidido en el crecimiento exponencial de su precio en los últimos meses.

Como toda industria naciente, han surgido muchas copias y ofrecimientos similares, englobadas en el concepto de “criptomonedas”. Muchas de estas son simples estafas, pero aún las que no lo son tienen muy pocas posibilidades de sobrevivir cuando se consolide la industria. De allí la importancia de aprender sobre estos nuevos conceptos para no quedarse atrás en las innovaciones pero tampoco caer ante el engaño y la manipulación.

Pero este es apenas el inicio de una revolución que, basada en estas tecnologías —especialmente el concepto del BlockChain—, nos puede llevar a un mundo más libre de la injerencia de los gobernantes y burócratas en su vida, más abierto, más transparente, con menos posibilidad de corrupción en las esferas públicas, con menores costos de transacción y, por ende, mucha mayor eficiencia y productividad. ¿Se va a quedar usted amarrado al pasado por el miedo a conocer algo nuevo o a que lo vayan a estafar? Usted se lo pierde.

 Fb/jjliber

ESCRITO POR:

Jorge Jacobs

Empresario. Conductor de programas de opinión en Libertópolis. Analista del servicio Analyze. Fue director ejecutivo del Centro de Estudios Económico-Sociales (CEES).

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