A CONTRALUZ

Historia de un desalojo

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El 30 de octubre último fueron desalojadas unas 80 familias de la comunidad Chab’il Cho’och, dentro de la finca Santa Isabel, Izabal, en cuya acción participaron unos mil agentes policiales. ¿Eran tan peligrosos los campesinos que vivían en extrema pobreza para llevar tal contingente? Después del hecho dado a conocer por la prensa ya no se supo más de esas familias que fueron dejadas en la intemperie y sin mayor asistencia. A quien le importa saber sobre el futuro de esos campesinos aparentemente robatierras. Pero tras el reporte policial del desalojo de los supuestos usurpadores de una finca, hay una historia sórdida salpicada de despojo de tierras, corrupción y financiamiento electoral ilícito. La información que utilizo en esta columna procede de las investigaciones de Gustavo Illescas y Luis Solano, publicadas por el Centro de Medios Independientes.

El rostro del presidente Otto Pérez Molina era muy familiar entre los habitantes de la comunidad Chab’il Cho’och, pero a la vez lo tenían presente porque fue el responsable de que comenzaran a ser hostigados. El expresidente llegaba a la finca en helicóptero y se paseaba en cuatrimoto junto con Alejandro Sinibaldi por caminos que el Ministerio de Comunicaciones había mandado a abrir, porque antes la finca no tenía acceso a la carretera. A veces Pérez Molina se hacía acompañar de Roxana Baldetti, con quien iba a supervisar sus cultivos de hule y su hato de ganado, alrededor de 300 cabezas. La finca habría estado a nombre de la familia Lainfiesta Rímola, pero fue cedida a Pérez Molina. Esa habría sido la razón de que se viera muy seguido a Pérez Molina y Baldetti en la finca, y que posteriormente los campesinos denunciaran que Sinibaldi se escondía en ese lugar.

Los campesinos recuerdan que el administrador contratado por Pérez Molina a veces les pagaba con dinero que olía a humedad o firmaban listados con el logotipo del Gobierno, además de recibir la bolsa segura como canasta navideña. También aseguran que en la finca hay bombas para fumigar con logotipo del Ministerio de Agricultura, así como sillas y mesas de la Secretaría de Asuntos Administrativos y de Seguridad (SAAS). ¿Por qué la familia Lainfiesta habría cedido la finca a Pérez Molina? Rodrigo Lainfiesta Rímola fue financista de la campaña electoral de Álvaro Colom. En pago, este mandatario habría dado contratos por más de Q400 millones a empresas de Lainfiesta. Uno de esos contratos fue el pésimo remozamiento de la cárcel de Fraijanes y por el cual el empresario estuvo detenido en el 2010 señalado de estafa. Después pasó a ser financista de la campaña de Pérez Molina, a quien le pagaba los vuelos en helicópteros de la empresa Aerocentro. Lainfiesta también habría dado la finca Santa Isabel a Pérez Molina como parte de ese financiamiento electoral.

Luego de que Pérez Molina fuera detenido en el 2015 por el caso La Línea, los campesinos volvieron a saber de Lainfiesta. Los comunitarios denunciaron que desde un helicóptero, ese empresario habría disparado contra ellos y que posteriormente pidió el desalojo porque alegó que la finca es de su propiedad. Los campesinos aseguran que visitaron a Pérez Molina en la cárcel de Mariscal Zavala y que éste les habría confirmado que era el dueño de Santa Isabel, pero que Lainfiesta se la quería quitar porque de los Q50 millones que habría invertido en la campaña del PP no obtuvo ganancias. Los campesinos aseguran que se asentaron en la finca porque históricamente les pertenece. Durante el gobierno de Pérez Molina denunciaron que estaban siendo desplazados a las montañas para dejar libres las tierras cultivables. Aceptaron el trato de irse a condición de que los contrataran como trabajadores, pero luego los comenzaron a despedir. Cuando Pérez Molina fue detenido en el 2015 los campesinos reiniciaron su lucha por recuperar la tierra que los vio nacer. ¿Eso los hace criminales?

@hshetemul

ESCRITO POR:

Haroldo Shetemul

Doctor en Ciencias Políticas y Sociología por la Universidad Pontificia de Salamanca, España. Profesor universitario. Escritor. Periodista desde hace más de cuatro décadas.