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Las emociones y el trabajo en equipo

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El mundo laboral es un ambiente cambiante y poco estable, por ende genera competitividad debido a los retos que implica la búsqueda del éxito dentro del mercado, por lo que las emociones de los colaboradores dentro de una organización  juegan un papel fundamental en la misma, y de la actitud positiva o negativa  depende que se maneje un clima laboral estable dentro de la empresa.

Sin embargo, las organizaciones a veces dejan de lado el recurso humano, sin percatarse de que sin este la empresa no podría funcionar adecuadamente, considerando que quienes están al servicio de la compañía son personas con emociones y sentimientos que necesitan ser comprendidas.

En una organización el capital humano es fundamental porque su calidad redunda en la productividad, ya que todas las personas están diseñadas para conectarse entre sí y crear un ensamblaje comunitario que termina logrando un trabajo en equipo que beneficia a toda la institución.

El problema es que para un grupo de personas con características diferentes resulta más complicado ponerse de acuerdo y de allí surge en parte la falta de cooperación. En ocasiones los individuos no comprenden que colaborando con los demás pueden crear un vínculo afectivo positivo y generar una negociación de ganar-ganar.

Sin cooperación no hay evolución, porque al incluir a muchas personas en un equipo de trabajo se obtiene como resultado tareas realizadas a consciencia y de buena calidad, ya que no se satura a nadie de trabajo y se logra una diversidad de puntos de vista e ideas.

Por ello, analizar las emociones dentro de las organizaciones tiene una gran utilidad, ya que ayuda a comprender y explicar los problemas que se dan dentro de la empresa, e indiscutiblemente las emociones, ya sean positivas o negativas, que experimentan las personas dentro de su trabajo contagian todo el entorno del ambiente laboral y son fundamentales a la hora de determinar la consecución de un logro o fracaso personal u organizacional.

En general, las emociones son sentimientos intensos y fugaces, por lo que es vital comprenderlas para que el desempeño laboral no se vea dañado. No puede olvidarse que cada persona es un mundo, por lo que comprender sus emociones en forma particular es crucial para obtener resultados positivos en la corporación.

Es importante mencionar que el clima organizacional se conforma de individuos y grupos. Cada nivel tiene sus emociones propias, por lo que deben analizarse individualmente, pero también la forma como afectan a los equipos de desempeño.

En estos niveles juegan un papel importante quienes dirigen las empresas. Es fundamental que cualquier líder pueda manejar la inteligencia emocional, la cual le permitirá regular sus propias emociones y analizar cómo se responderá a las ajenas.

También es transcendental que las emociones negativas no se repriman del todo. Es importante enseñar al trabajador a manejarlas de una manera más objetiva, utilizando la inteligencia emocional. Ya que los miembros de una organización pueden tener emociones cambiantes, para que estas no afecten en su desempeño es importante brindar capacitación y desarrollar habilidades para que estas emociones no incidan en la productividad de la empresa.

Sin duda alguna es importante promover el trabajo en equipo y la enseñanza del manejo de las emociones en el ámbito laboral, sobre todo cuando, por la globalización, existe una alta rivalidad, individualismo y egoísmo entre las personas. La capacitación emocional de los empleados como parte de una planeación integral será siempre un elemento positivo porque permitirá formar buenos equipos y se disminuirá la tasa de rotación de personal y ausentismo.

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ESCRITO POR:

Brenda Sanchinelli

MSc. en Relaciones Internacionales e Imagen Pública. Periodista, experta en Etiqueta. Dama de la Estrella de Italia. Foodie, apasionada por la buena mesa, compartiendo mis experiencias en las redes.