LIBERAL SIN NEO

Libertad 15 de Septiembre

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Este 15 de Septiembre es una celebración de la emancipación política de Guatemala, un día para festejar la libertad. La emancipación política de una nación y la libertad en la sociedad, son conceptos diferentes. La libertad solo puede florecer donde hay igualdad ante la ley y certeza jurídica. En palabras de Bastiat, el objeto de la ley no es servir para oprimir a las personas y para expoliar la propiedad; por el contrario, su misión es proteger a la persona y la propiedad. No son más leyes las que necesitamos, sino la fiel observancia y cumplimiento de las más fundamentales. El mismo pensamiento se aplica al Gobierno, que enfoca su atención en mil tareas y reclamos, sin atender, como le es propio, sus obligaciones elementales, que son la protección de las personas y la pronta y certera aplicación de la justicia.

Este 15 de Septiembre celebramos que Guatemala es un país libre y soberano. También tenemos que reconocer que no somos libres de la violencia, el crimen y la extorsión, de la corrupción y el abuso de poder, del temor, de la pobreza, del hambre y de la ignorancia. El Estado se organiza para proteger a la persona y a la familia. Pero falla en esta misión tan clara y fundamental, y así, opaca nuestra libertad; no nos permite desarrollar nuestro potencial como personas, familias, sociedad y país.

Con todas las amenazas y problemas que a diario afectan a nuestra sociedad, nunca puede perderse de vista, como dijo un sabio, que la familia y el trabajo es el eje de nuestras vidas y el fundamento de nuestra dignidad. Por ello, no debe tolerarse todo aquello que atenta contra el trabajo productivo y obstaculiza que las personas busquen la prosperidad y el bienestar de sus familias. Impone a las personas que ejercen el poder de gobierno, la obligación de velar por que sus actos, leyes, regulaciones y disposiciones no trunquen las actividades y aspiraciones de los ciudadanos. Cada quetzal que el Gobierno recauda y gasta ha sido retirado del bolsillo de las personas que trabajan y producen y, consecuentemente, impone la obligación moral de emplear esos recursos con cristalina honestidad y rigurosa efectividad.

El mejor programa social es el trabajo productivo, estable y remunerado, que permite a las familias contar con los ingresos necesarios para satisfacer sus necesidades, progresar y perseguir sus sueños. La ilusión del futuro, legítimo derecho de todo guatemalteco, empieza con tener seguridad, tranquilidad y estar libre de temor. Sigue con un horizonte en el que se puede superar a través de su esfuerzo y trabajo. Donde hay oportunidad, hay ilusión y optimismo. Cuando estas naturales aspiraciones se le niegan a las personas, por el estado de inseguridad, políticas y leyes desatinadas y el mal uso del poder, se destruye la dignidad y se socava a la familia.

Hay derecho a soñar con una Guatemala mejor y el deber de trabajar para alcanzar este sueño. Requiere de una visión clara de las condiciones que la pongan en el camino de la prosperidad, y del coraje y valentía para cambiar y retirar los obstáculos que le impiden tomar esa ruta. Es posible construir una Guatemala diferente. La prosperidad no se decreta, ni vendrá por lo que nos dé el Gobierno o nos regalen otros países. No vendrá con el despojo, la desconfianza de quien produce, el fomento de lucha de clases o el divisionismo conflictivo de la política de identidad. No vendrá legislando nuevos derechos, imponiendo obligaciones imposibles de cumplir. Debemos confiar en lo que los guatemaltecos son capaces de crear y producir si cuentan con las condiciones adecuadas.

fritzmthomas@gmail.com

ESCRITO POR:

Fritz Thomas

Doctor en Economía y profesor universitario. Fue gerente de la Bolsa de Valores Nacional, de Maya Holdings, Ltd., y cofundador del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN).