IMAGEN ES PERCEPCIÓN

Los 30 segundos del semáforo en rojo

|

¡Pare por un momento el ritmo de su vida!… Olvídese del WhatsApp, Instagram, Twitter y Facebook, deje de ver lo que hace la Kardashian, JL, Marc Antony o su vecina del condominio, respire y deténgase para observar lo que pasa realmente a su alrededor.

Cuando cada mañana se dirige en su vehículo al trabajo, al salón de belleza, al Gym, a la escuela de sus hijos, a desayunar con sus cuates del cuchubal o de Shopping… observe a su alrededor cuando el semáforo le marca en rojo, deténgase y vea la realidad de su país que va más allá de un mundo superficial y materialista, porque en la calle hay gente que verdaderamente está sufriendo.

Inmediatamente aparecen frente a sus ojos un escenario de realidades que lo van a estremecer, voltee a ver… allí hay dos chiquillos bailando en la esquina pintados de plateado (con componentes tóxicos); al otro lado de la calle un payasito de unos 10 años haciendo malabares con tres pelotas amarillas, el semáforo cambia tan rápido que no podrá recoger ni un centavo, pero quiere hacer su show hasta el final; al frente un chico ya grande, como de 14 años lanzando fuego con su boca, tocado un poco por el pegamento que inhalo, para “aguantar el estrés de esa vida”.

Atrás de usted, un señor vendiendo mercancía de contrabando, por la que usted no pagara más de Q10 si decide comprarle, y de manera relajada verá tocar a su vidrio una mujer indígena que le extiende su mano, con su niño recién nacido a la espalda, el bebe casi desmayado por los rayos del intenso Sol; todos pidiendo limosna, pidiendo piedad para sobrevivir, cada quien a su manera, con sus propios recursos, con su propia “chispa” le están diciendo: ¡Una fichita por favor!

Unos dicen que no hay que darle dinero a estas personas porque se promueve la mendicidad y la explotación, pero Jesús dijo: “Al que te pide dale”. Tener misericordia y piedad para el pobre y darle una ayuda, posiblemente podría salvar la vida de esa persona, porque nadie sabe las circunstancias dolorosas del que pide y toda la historia que hay detrás de ese ser humano.

No es fácil tener que pedir dinero estando en la más completa miseria, con frío, lluvia, Sol que quema sus rostros, sus labios rajados por la sed, sus ojos tristes y ya sin lágrimas, sin esperanza alguna en el futuro.

Otro grupo que subsiste de esta manera son las personas que padecen de alguna discapacidad física o mutilaciones, que no tienen otra opción para vivir más que pedir, ¿y qué me dice de los ancianitos?

Debe considerarse que el Estado no está cumpliendo con su deber de protegerlos, por lo que ellos están desamparados y también la sociedad les ha dado la espalda, porque se ha vuelto común ver a estas personas en la calle y el corazón de muchos se ha endurecido.

Se estima que al menos 1500 niños viven en las calles de la ciudad de Guatemala en circunstancias de mendicidad. Niños que se encuentran en peligro, expuestos a la pobreza, violaciones, enfermedades, e incluso asesinatos. Y sin que nadie pelee por exigir justicia para ellos, son invisibles para la sociedad.

La ironía es que por esas mismas calles, transita también Jimmy Morales, un hombre que dice haber sido un niño humilde y que hoy está en la posición de respaldar a estas personas que sufren; sin embargo, al pasar con su larga caravana de carros y seguridad, prefiere voltear su rostro hacia otro lado y hacerse de la vista gorda.

¿Dónde está El Procurador de los Derechos Humanos y la Procuradora General de la Nación, trabajando por amparar a nuestros niños? El reto de las autoridades es brindarles protección inmediata y esto lo exijo yo, usted y cualquiera que se considere humano y guatemalteco.

Imagen_es_percpecion@yahoo.com

ESCRITO POR:

Brenda Sanchinelli

MSc. en Relaciones Internacionales e Imagen Pública. Periodista, experta en Etiqueta. Dama de la Estrella de Italia. Foodie, apasionada por la buena mesa, compartiendo mis experiencias en las redes.

ARCHIVADO EN: