CRITERIO URBANO

Mi visión sobre Guatemala en veinte años

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La semana pasada tuve la oportunidad de participar en un programa que está impulsando el Instituto George W. Bush para los países del Triángulo Norte de Centroamérica, en donde 29 personas de diferentes sectores compartimos la visión sobre cada uno de nuestros países para los próximos 20 años.

En América Latina nos cuesta planificar a tan largo plazo, con tanta inestabilidad política y social, mientras líderes en Asia ya están construyendo visiones de país a 40 años. Por ello, quisiera compartir mi visión sobre Guatemala para el año 2038, animándole a que usted también trate de plasmar la suya. Seguramente tendremos muchas cosas en común. Si es así, podría ser más fácil empezar a trazarnos, cuáles son los principales cuellos de botella para lograrlo y qué mecanismos tenemos a nuestro alcance para resolverlos.

Mi cuenta de Twitter siempre está abierta si desea compartir su visión conmigo, bienvenida, creo firmemente que es solo cuando plasmamos nuestras ideas y estamos dispuestos a compartirlas, en esa medida tenemos mayor claridad de lo que tenemos que hacer para lograrlo.

Para el año 2038, nuestra población será de 22.2 millones de personas y el 70% de ellas vivirá en ciudades. La desnutrición crónica, que era uno de los problemas más complejos en el país, se ha reducido al 18% y el 32% de la población vive por debajo de la línea de pobreza de 4 dólares por día. La inseguridad ya no es un problema ya que Guatemala se ha vuelto más seguro, la tasa de homicidios se ha reducido a 8 homicidios por cada 100,000 personas, y el sistema de justicia penal ha mejorado su eficiencia para cubrir todas las principales ciudades del país.

La economía de Guatemala ha pasado de productos agrícolas básicos a las manufacturas y los servicios. Las principales exportaciones del país son ahora circuitos integrados electrónicos, productos químicos y maquinaria —especialmente aparatos ortopédicos—. La energía limpia también es una exportación importante, ya que Guatemala se convirtió en el principal proveedor de la red eléctrica para el resto de los países de Centroamérica. El principal sector económico del país es el turismo, cada año recibimos 4.5 millones de turistas, gracias al esfuerzo de mejorar la infraestructura del país.

Ahora somos una economía interconectada gracias a la implementación de la Ley General de Infraestructura Vial y los proyectos consensuados a través de alianzas público-privadas, con 38 mil kilómetros de carreteras pavimentadas y autopistas, cinco aeropuertos nacionales, de los cuales tres tienen vuelos internacionales, que conectan el país con el resto del mundo y cinco puertos eficientes tanto en el Atlántico como en el Pacífico. Todavía tenemos desafíos, los años de escolaridad promedio han mejorado a nueve años y el gasto gubernamental en educación es ahora 4% del PIB, con una tasa bruta de matriculación de primaria y básicos en 100% y educación diversificado de 50%.

Los sistemas de recolección y distribución de agua y saneamiento en el área metropolitana y en las ciudades intermedias, han mejorado a medida que las políticas públicas se enfocaron en la aplicación de la Ley de Aguas. El país se ha posicionado como un centro logístico clave, conectando la región y mejorando la capacidad de exportación hacia los EE. UU.

La Agenda Urbana como esfuerzo articulador de la Política Nacional de Competitividad está fomentando el crecimiento económico a 6% anual, a medida que el país ha fortalecido sus instituciones y reducido la corrupción.

@jczapata_s

ESCRITO POR:

Juan Carlos Zapata

Director ejecutivo de Fundesa. Maestría en Gestión Pública y Liderazgo. Licenciatura en Administración de Empresas con especialización en Finanzas. Representante de diferentes mesas de trabajo del sector empresarial.

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