DESDE GINEBRA

Nuestro compromiso con el desarrollo Sostenible

Eduardo Sperisen

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Cada vez más, el mundo está consciente que los recursos naturales son limitados y se ven seriamente amenazados y que deben ser cultivados y protegidos. Por eso el mundo se comprometió en el 2015 a alcanzar los Objetivos del Desarrollo Sustentable (ODS) propuestos por las Naciones Unidas. La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible define 17 objetivos y 169 metas que abarcan temas centrales como la eliminación de la pobreza en todas sus formas, así como el bienestar general, la salud, educación de calidad y trabajo, entre otros temas cruciales para la humanidad.

La agenda 2030 concretiza el concepto de desarrollo sostenible, basándose en la idea de garantizar un progreso económico, ambiental y social sin comprometer los recursos y las posibilidades de las nuevas generaciones. Bajo esta perspectiva, el desarrollo sostenible es un concepto que satisface las necesidades del presente sin correr el riesgo de que las generaciones futuras no puedan satisfacer las propias.

Los miembros de Naciones Unidas no solo fijaron objetivos y metas, sino que también fechas límites para alcanzar los mismos. Es por esto por lo que se vio la necesidad que, a diferencia de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), los Objetivos de Desarrollo Sostenible deben ser implementados por actores adicionales al gobierno, entre ellos el sector privado y la sociedad civil. Se ha producido una movilización de la sociedad civil, organismos internacionales y multitud de entidades público-privadas; todos ellos comprometidos para hacer realidad el logro de estos objetivos. Todos y cada uno de nosotros debe contribuir y esforzarse para el cumplimiento de los ODS.

Erradicar la pobreza y asegurar la prosperidad para todos es fundamental para proteger nuestra sobrevivencia y evitar poner en peligro las bases naturales de la vida y nuestra convivencia en la tierra. Por ello es necesario poner fin a la pobreza, lograr educación de calidad, contar con agua limpia y energía asequible y no contaminante, crecimiento económico con trabajo decente, crear industria de innovación y consumir responsablemente.

Algunos datos alarmantes en los cuales debemos reflexionar, en los últimos 200 años la población mundial ha crecido de 900 millones a casi ocho mil millones de personas y en unas pocas décadas, seremos aproximadamente 10 mil a 12 mil millones de personas en la tierra. Si el aumento actual de la población mundial continúa como hasta ahora y si la contaminación y la explotación de los recursos naturales, especialmente el agua, continúan sin disminuir el límite absoluto de crecimiento en la Tierra se alcanzará pronto.

El tiempo se acaba y no puede esperar hasta que hayamos cambiado nuestro comportamiento contaminador. No tenemos que cambiar nuestras vidas por completo, pero debemos adaptar nuestro estilo de vida a las nuevas circunstancias y reconsiderar los comportamientos que tanto han dañado a los recursos naturales. La contribución personal a la protección del medio ambiente y el clima, sin importar cuán pequeña sea, puede lograr un efecto significativo junto con la contribución de todas las demás personas activas. Por lo tanto, se recomienda que solo consuma lo que realmente necesita.

No me refiero a una cultura de renuncia, sino a una cultura que disfrute de la naturaleza y gracias a un menor consumo viva de manera sostenible, que no significa que todos los días y en todos los lugares a los que vaya, se esté atormentando por problemas ambientales del futuro.

Sus hijos y nietos se lo agradecerán si les deja un mundo saludable para que ellos también puedan vivir sus vidas de manera sana, independiente y libre.

esperisen@gmail.com

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