URBANISMO Y SOCIEDAD

Segregación social urbana

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Muchos se están yendo de Guatemala, no importando su nivel social, pues esta desintegración social es causada por la violencia y la anarquía urbana que se ha generado tanto en Guatemala como país, como la mayor ciudad, la inconclusa Área Metropolitana. En especial en esta última, donde se ha desarrollado un urbanismo des-socializado por las oligarquías —del griego oligarkía, poder de pocos—, que tratan de chuparle la sangre a este organismo urbano, realizando proyectos desintegradores de una organización urbana correcta. Como ese del Parque de la Industria, uno de los pocos parques que le quedaban a la ciudad. (P.L. 24/7/16 Magaña). Y utilizan trampas, con las fuerzas políticas que han entrado a este juego, corrompiendo estructuras de todo tipo, como lo vemos a diario en el juicio de la cooptación del Estado.

La desintegración social se debe a la violencia importada por el narco y las mafias, tanto del norte como del sur y los procesos de tugurización en la Ciudad de Guatemala no atendidos. Esto no es lo que el candidato republicano de Estados Unidos, Donald Trump, señala como una amenaza: “el Sur”. Son las pandillas Salvatrucha y la 18 St., que surgieron en comunidades de los inmigrantes centroamericanos en ciudades como Los Ángeles, que al ser expulsados se diseminaron a países que incluyen Guatemala, Honduras y El Salvador con 60,000 pandilleros. (P.L. 29/7/16) La violencia de las pandillas llevó al presidente Berger, 2006, a firmar con México, Centroamérica y los Estados Unidos la creación de un marco de seguridad regional y sacar al Ejército para cubrir la inseguridad urbana de la capital. El asunto no prosperó, persistiendo esta inseguridad, por lo que Estados Unidos ha enviado 75 vehículos militares blindados para el fortalecimiento de la seguridad fronteriza del oriente del país para la Fuerza Chortí (P.L. 27/7/16).

Esas amenazas a la frontera con México se inician en el departamento de Guatemala con la des-estructuración de su urbanismo, que rompe el tejido social al cerrar barrios y con ello las vías de comunicación, siendo parte del conflicto de tránsito que se padece. Esta segregación se inicia con los crecimientos urbanos en los municipios vecinos al de Guatemala, cuya idea sería tomada por los barrios tradicionales, como Vista Hermosa, o aquellos desarrollos habitacionales interesantes de los setenta, como las colonias Granái. Y ahora se construyen torres habitacionales desintegradas urbanamente, así como centros comerciales, con funciones urbanas de la que antes toda la sociedad gozaba y que son verdaderas fortalezas que sintetizan esta segregación.

La violencia generada por estas maras ha implicado la planificación y remodelaciones de estos barrios y costos en seguridad, que incluye: 80,000 guardias e inversiones que al año 2005 ascendió a más de 2,386 millones de dólares, equivalentes al 7.3% del PIB (PNUD), que duplican a las del Estado. Las maras provienen de tugurios urbanos abandonados en la Ciudad de Guatemala. Son jóvenes que han visto frustradas las oportunidades similares a las de sus pares de otras clases sociales, que amenazan también a los sectores populares, con asaltos a los autobuses y personas, extorsiones y asesinatos. Ante esto la solución de estos fue emigrar, pero ya casi 71,000 están en proceso de deportación (P.L. 29/7/16). ¿Qué pasará con estos deportados, si en el Área Metropolitana nunca ha habido planes urbanos integrales? Se ha fallado en el desarrollo urbano, a pesar de que en 1995 se firmó un modelo de integración que establecía proteger al medio, erradicar la violencia, la corrupción, la impunidad, el terrorismo, el tráfico de drogas y armas.

ESCRITO POR:

Alfonso Yurrita Cuesta

Arquitecto con estudios de urbanismo en Land Reform Training Institute, Taiwán / Lincoln Institute of Land Policy, Inc., EE. UU. Director de la Unidad Planificación Urbana Municipalidad de Guatemala. Desarrolló el Plan Regulador de Antigua Guatemala.